Para nadie es un secreto que la corrupción es la reina de todos los males
El Valle de México padece la peor calidad de aire en años. Los puntos IMECA están, literal, por los cielos. Lo mismo respiramos oxígeno, que cacas de perro secas que flotan en pequeñas partículas.
Para muchos es un problema generacional, de sobrepoblación, de falta de planeación y hasta de visión gubernamental. Pero seamos serios, en serio toda la culpa es de las autoridades.
Para nadie es un secreto que la corrupción es la reina de todos los males. Y la muestra está en la Contingencia Ambiental. ¿No lo creen? Lea lo siguiente.
Se asignan días para que los vehículos no circulen y con esto detener los contaminantes por el tránsito y las emisiones de dióxido de carbono en el Valle de México, pero nadie los respeta.
Algunos salen a la calle con su auto, esperan que los detenga una patrulla, dan 200 pesos en la Ciudad de México y hasta 500 en el Estado de México y los policías los perdonan.
Hay policías que les asignan una clave y si otro elemento de seguridad los detiene, basta con mencionar esas combinaciones y los dejan ir.
Entonces, ¿de qué sirven las medidas? Como ciudadanos reclamamos de todo, pero no hacemos nada por frenar uno de los peores enemigos de la Contingencia Ambiental: la corrupción.