Cuando murió Candy, una chihuahua de 15 años, Yael Alférez decidió enterrarla en el jardín
Cremar a tu mascota puede costarte entre mil y 4 mil 500 pesos. Pese a que mucha gente cataloga a esta práctica como ridícula y exagerada, cada vez son más las personas que contratan los servicios de una funeraria de mascotas.
Monserrat Berriel, directora y fundadora de Pets Memorial, dijo en entrevista para Letra Roja que las empresas que ofrecen servicios como estos surgen de la necesidad que existe de darle un final digno a un ser querido.
Berriel afirma que “está comprobado por psicólogos que la relación que se genera con una mascota es exactamente la misma se puede generar con una persona porque, al final, estamos hablando de que las mascotas interactúan con nosotros y tenemos con ellos una relación constante”.
Hace un par de semanas murió Kiore. Angélica Valencia decidió cremar a su gato para resguardar las cenizas de quien fue su compañía más próxima durante 9 años. Ella estableció un vínculo sin igual con él. “Pasé más tiempo con Kiore que con mis abuelos”, dice.
Entierro y basurero destino de los animales muertos
Cuando murió Candy, una chihuahua de 15 años, Yael Alférez decidió enterrarla en el jardín de su casa; práctica común en los decesos de mascotas, “las personas que tienen jardín ahí los entierran, pero en la Ciudad de México cada vez menos casas cuentan con jardín, por lo que optan por parques y camellones para hacerlo”, refiere Berriel.
Yael Alférez comenta que al morir, el veterinario entregó a Candy envuelta en un pañal para retener los fluidos que de alguna manera emanaba. “Cuando fuimos por Candy ya teníamos hecho el hoyo en el jardín. Llegamos y enseguida la enterramos”, dice.
Sin embargo, Berriel argumenta que enterrar a las mascotas es un riesgo ambiental. “Debe haber ciertos cuidados en este tipo de procedimientos: el hoyo debe estar a tantos metros de profundidad, etcétera”, dice.
“Es recomendable el entierro solamente que tengas un lugar exclusivo, es decir, un cementerio autorizado. Hay muy pocos, me parece que hay un par en las afueras de la Ciudad de México”, mencionó.
Otra práctica común es deshacerse del cuerpo de los animales fallecidos echándolos a la basura. La directora de Pet Memorial refiere que este procedimiento poco a poco se ha descartado porque los dueños de las mascotas no conciben la idea de “echar sus perros o gatos a la basura”.
La mayor parte de la población de animales que terminan en el basurero cuando mueren son los perros y gatos callejeros.