Algunos aseguraban que estaba escrito sobre carne humana con sangre de niños
El Necronomicón es un libro que durante siglos ha sido considerado como maldito y por lo mismo se ha prohibido. Sin embargo, sólo es una creación literaria del escritor H. P. Lovecraft.
La leyenda dice que en el libro maldito se encuentran saberes arcanos y magia ritual, que si alguien lo lee puede volverse loco o incluso llegar a morir.
El Necronomicón se divide en cuatro partes: la primera consta de 42 capítulos y “cuenta las grandezas de los Primigenios y sus legiones, y narra el esplendor de los Dioses”; la segunda parte, de 19 capítulos “habla sobre lo acontecido en el año de la muerte y describe al temido Nyarlathotep”; la tercera, de 36 capítulos, “narra sobre la magia, sus rituales y secretos”; por último, la cuarta parte “describe lo escrito en el Libro del Destino, que anuncia lo que sucederá en la sagrada Orden”.
El mercado de lo maldito y lo prohibido es muy amplio, por lo que existe un gran número de libros publicados con el nombre de Necronomicón. Estos libros intentan ser una reproducción fiel respecto a la ficción que creó el escritor norteamericano H. P. Lovecraft, pero no tienen nada que ver con la idea original, refirió Jesús Vázquez, artista visual y profesor de encuadernación en el Faro de Oriente, en entrevista con Letra Roja.
Jesús Vázquez afirmó que de ninguna manera existió el Necronomicón, sólo fue una invención literaria de Lovecraft, incluso llega a dudar que la inventiva sea del escritor norteamericano.
El mismo Lovecraft llegó a admitir que escribir un Necronomicón como el que insinuaban sus cuentos era una tarea realmente imposible, dado que el encanto de la obra radica realmente más en lo que se insinúa que en lo que puede plasmarse en alguna superficie.
El autor creó toda un mito en torno al Necronomicón, según Lovecraft el libro fue escrito con el título de Kitab Al-Azif, del árabe que significa “El rumor de los insectos por la noche”, alrededor del año 730 d.C. por el poeta árabe Abdul Al-Hazred (cuyo nombre original podría haber sido Abdala Zahr-ad-Din, o Siervo-de-Dios-Flor-de-la-Fe), de Saná (Yemen).
Además relata que hacia el año 950 fue traducido al griego por Theodorus Philetas y adoptó el título actual griego, Necronomicón. Tuvo mucha difusión entre los estudiosos de la Edad Media. Pero la Iglesia católica lo condenó en el año 1050. En el año 1228 Olaus Wormius tradujo el libro al latín, y esta edición perduró, pues según el escritor los libros árabes y griegos se perdieron.
Según Lovecraft se realizaron distintas impresiones en España y Alemania durante el siglo XVII. Supuestamente, se conservan cuatro copias completas: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de París; otra en la Universidad de Miskatonic en Arkham (EE.UU.) y otra en la Universidad de Buenos Aires.
Sin embargo, como apunta Jesús Vázquez, todo esto no es más que ficción. El Necronomicón jamás existió.