Con el fin de revertir los efectos del calentamiento global, los profesores David Keith y Frank Keutsch, de Harvard, tiene la intención de fumigar el cielo con dióxido de aluminio y otros químicos, esto para experimentar en lo que ellos llaman geoingeniería.
El propósito de esto es tapar el sol y combatir el cambio climático, aunque la historia de las modificaciones climáticas con fines militares hace pensar que los fines podrían ser otros.
El diario inglés The Guardian informó que los científicos probarán inyectar aerosoles en la estratósfera, a 20 km de altura, en el mayor proyecto de geoingeniería de la historia, con el fin de probar los efectos de este método en el calentamiento global.
El proyecto cuenta ya con 20 millones de dólares como inversión y será puesto en marcha en unas cuantas semanas.
Los científicos especulan que por 10 billones de dólares al año el planeta podría ser recubierto por un escudo protector.
Grupos muy poderosos como las Naciones Unidas y la CÍA están presionando y aportando mucho dinero para desarrollar esta idea.