El paradero de los Indios Verdes, ubicado al norte de la Ciudad de México, volvió a estar literalmente en el ojo de huracán tras ser el blanco de las fuertes lluvias que dejaron completamente inundadas sus instalaciones.

Es uno de los más emblemáticos y estratégicos del transporte de pasajeros metropolitano ya que alberga la terminal de la línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, la cual recibe 111 mil 218 personas por día.

Este Centro de Trasferencia Modal (Cetram) sirve como acceso principal a la capital, de pasajeros provenientes de los municipios mexiquenses de Coacalco, Tlalnepantla, Ecatepec, Tecámac y Tultitlán principalmente; así como las delegaciones Gustavo A. Madero y algunas zonas de Azcapotzalco.

A principios de 2017, cifras dadas a conocer por la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México señalaban que en Indios Verdes se comenten de tres a diez delitos diarios entre los que sobresale: el robo a transeúntes, de vehículo y narcomenudeo.

De acuerdo con comerciantes y operadores de transporte público entrevistados los robos en el Cetram,  se dan especialmente por la mañana y la noche, ya que los delincuentes “aprovechan cuando la iluminación en el lugar es escasa”.

Las lluvias también han sido un factor importante, -ya que a decir de los prestadores de servicios del paradero-, los delincuentes aprovechan el desconcierto para asaltar a peatones y automovilistas atrapados en el intenso tráfico.

Hace un año, esta casa editorial documentó la denuncia de los usuarios que manifestaban  un alto índice de robos con violencia en los trayectos a sus destinos, principalmente en los accesos de los municipios del Estado de México.

Hoy la realidad no ha cambiado, la delegación Gustavo A. Madero registró en un mes 850 robos de celular, 654 a transeúntes, 181 a repartidores, 68 a pasajeros del Metro, 58 a usuarios de microbús, 30 a cuentahabientes y 12 a transportistas.

Estás cifras serían mayores si todas las víctimas de la delincuencia realizaran la denuncia correspondiente.

“Por 100 pesos, un celular o un reloj que me roban no voy a perder mi tiempo en  el Ministerio Público”, aseguró Alejandro, comerciante del paradero de Indios Verdes.

Por desgracia a los peligro de transitar en los pasillos del Cetram Indios Verdes, los capitalinos y mexiquenses sufren los embates de otro enemigo: La lluvia; que en lugar de alejar a los delincuentes al parecer se ha vuelto una gran aliada para consumar sus fechorías.