El Super Bowl LII reúne a un invitado regular en este tipo de instancias y a otro al que la fortuna de ganar un campeonato solamente se le ha dado cuando la NFL actual no estaba ni en los más remotos sueños de alguien entonces.
Los Patriots de Nueva Inglaterra y los Eagles de Filadelfia se miden esta tarde en el U.S. Bank Stadium de Minneápolis. Nueva Inglaterra busca confirmarse como el mejor equipo de la historia, Filadelfia quiere su primer trofeo Vince Lombardi.
Desde diciembre de 1960, los Eagles no saben lo que es ser los monarcas de la NFL. En aquel entonces, la vieja NFL era una Liga consolidada, pero sin los alcances de lo que es la NFL actual, además, ese año había surgido la American Football League (AFL), una Liga que le empezó a hacer sombra a la NFL y en la que, los entonces Patriots de Boston, fueron uno de los equipos fundadores.
Curiosamente, Filadelfia buscará tomar el sitio que ahora ocupan los Patriots, una franquicia que en sus primeros 34 años de existencia ya había perdido un Juego de Campeonato de la AFL y un Super Bowl, pero que desde que fue adquirida por Robert Kraft se ha convertido en la franquicia más exitosa de toda la Liga, completando nueve viajes al Super Bowl, incluido el de hoy, además de haber ganado cinco trofeos.
Esta será la clásica historia de David vs. Goliat; el gigante contra la víctima; el siempre ganador contra el “underdog”, una etiqueta que los Eagles han adoptado desde el inicio de los Playoffs y que este día se adapta a la perfección de las circunstancias.
Los Eagles se convirtieron en el equipo sensación de la Liga a lo largo de la temporada; eso, hasta que Carson Wentz se lesionó los ligamentos de la rodilla derecha tratando de lanzarse a la zona de anotación en la Semana 14 frente a los Rams de Los Ángeles.
Desde entonces, Filadelfia es comandado por Nick Foles, que regresó este año a la franquicia después de pasos como suplente con los Rams y los Chiefs. Muchos daban por hecho de que Foles no llevaría a los Eagles hasta este punto, pero apoyado por una férrea defensiva y sin cometer errores al ataque, Filadelfia está a las puertas de su primer campeonato de Super Bowl.
Lo que ha pasado con los Patriots ha sido la historia de cada una de las temporadas de este milenio. Avasalladores, calculadores, clínicos, perfeccionistas; ningún detalle se les escapa y siempre trabajan con el objetivo de llegar hasta este lugar. Cualquier otro resultado es un fracaso.
Si ambos equipos responden al momento que viven, no quedarán dudas de que lo que se vea esta tarde en el emparrillado quedará en la memoria de todos por mucho tiempo, sea cual sea el resultado final.