El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció hoy que ordenó tomar el control de la fábrica de cereales de la estadunidense Kellogg’s en la ciudad de Maracay, después de que la multinacional anunciara la salida del país.
Maduro dijo que el cierre fue “ilegal e inconstitucional” y prometió acciones judiciales contra los accionistas de la empresa.
Kellogg’s dijo este martes que cesó sus operaciones en Venezuela y atribuyó la medida al deterioro de la situación económica y social en el país sudamericano, de acuerdo a un comunicado.
Compañías como Clorox, Kimberly Clark y General Motors abandonaron el país en los últimos años de manera similar, agobiados por cinco años de recesión e hiperinflación.
La salida de la compañía fabricante de alimentos tomó por sorpresa a los trabajadores y un grupo de ellos permanecía en las puertas de su unidad local a unos 100 kilómetros de la capital sin poder ingresar a las instalaciones, dijeron fuentes del sector industrial en la región.
La empresa, una de las pocas que seguía produciendo cajas de cereales en el país, dijo que la decisión es definitiva.
Ningún directivo de Kellogg’s había acudido a la planta hasta el mediodía del martes y según algunos empleados que aguardaban en la zona industrial de San Jacinto de Maracay, unos 380 trabajadores empezaban a recibir en sus cuentas bancarias el pago de la liquidación.
Un grupo de efectivos militares llegó al lugar para custodiar la única planta que Kellogg’s operaba en el país, informaron testigos.