Cerca de 2.600 personas permanecen desalojadas de sus viviendas a causa de un incendio forestal incontrolado que ha quemado ya unas 3.003 hectáreas en varios municipios de la provincia española de Valencia (este).
El fuego, que comenzó el lunes en la población valenciana de Llutxent a causa de un rayo, llegó al término municipal de Gandía, una localidad costera de gran concentración turística, donde afectó a una veintena de casas de varias urbanizaciones.
Los servicios de emergencia mostraron hoy un “moderado optimismo” ante la evolución del fuego, ya que la previsión meteorológica indica que el viento será variable a flojo y la humedad alta.
Se han retirado los medios aéreos y en la zona permanecen los equipos terrestres que continuarán con las labores de control y extinción del incendio.
Según el servicio meteorológico, las tormentas previstas para hoy no afectaron a la zona del incendio y la tendencia es que se restablezca el flujo de viento del este flojo, que amainará en las próximas horas según el pronóstico.
Hoy estuvo soplando el viento en la zona con rachas próximas a 40 km/h, según indicó la Agencia Estatal de Metereología de España (Aemet).
En la extinción del incendio participan 27 aeronaves. En tierra siguen trabajando bomberos procedentes de varias regiones y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias.
La zona afectada por el fuego está formada mayoritariamente por campos de cultivo abandonados y zonas quemadas en anteriores incendios.
Días atrás, los equipos de extinción consiguieron controlar y apagar otros incendios forestales, al parecer intencionados, en la provincia andaluza de Huelva (suroeste). El mayor de ellos arrasó más de 1.700 hectáreas en la localidad de Nerva.
Los incendios se ven favorecidos por la ola de calor que vive España desde hace una semana, con temperaturas diurnas entorno a los 45 grados, sobre todo en el suroeste, y nocturnas que no bajan de los 30 en algunos lugares.