¿Hasta donde te puede llevar tu moto?

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Hace unas semanas se presentó la BMW F 850 GS, junto a su hermana casi gemela la 750 GS, aunque en el caso de la primera tiene un enfoque más extremo, tal vez no se note en las fotos, pero los cambios a nivel de manejo son bastantes.

Para comenzar, la 850 GS es más alta, y el sentir de la suspensión es más firme. Obviamente tiene más potencia extraída del motor de 853cc que comparte con la 750. Puntualmente ofrece 95 Hp con un par motor de 68 Lb-pie, asociado a una caja de cambios de seis velocidades y transmisión de potencia a la rueda trasera por medio de cadena.

En el caso de la unidad probada estaba llena de equipo extra, es decir “traía toda la farmacia”. Como ya les habíamos adelantado, ofrece una pantalla a color a manera de tablero con muchas funciones y conectividad con tu teléfono, música y navegación, un escape firmado por Akrapovic, caja de cambios asistida, en la que no requieres accionar el clutch para subir o bajar marchas y modos extra de manejo como el Enduro y Enduro Pro.

Luego de la presentación donde pudimos manejar ambas versiones, nos quedamos una semana con la 850, pero tristemente no pudimos disfrutarla como se debía por un tema de placas y permisos, así que solo quedaba el fin de semana y por ello decidí sacarla a carretera a mi ritmo.

El destino es uno al que voy realmente seguido, Mineral del Chico, Hidalgo, donde tengo un amigo que conoce como la palma de su mano las veredas de los montes que rodean al pueblo mágico. Ya saben, para llegar ahí primero es salir de la ciudad y luego largos trayectos carreteros con algunas curvas. En esta zona confirmé el aplomo de la 850, una moto que se siente sólida y con una aerodinámica bien cuidada.

La respuesta del motor es contundente, y más con la caja de cambios asistida; tal vez la frenada se sienta un tanto nerviosa, pero lo atribuyo al tamaño de las llantas, no es algo de cuidado, pero el fenómeno está presente. Otro punto que no me convenció fue el consumo de combustible, incluso en el modo de manejo RAIN, que reduce la entrega de potencia, por ende las visitas a “la gas” serán algo constantes en un viaje largo.

Pero lo importante fue la experiencia en tierra, ya que mi conocido dijo: “esa moto sí aguanta, así que vamos a dar una vuelta”. Se puso el equipo y tomó su Honda CRF 230 F, una cross hecha para los malos caminos y sobre todo, con llantas de tacos.

Me llevó por senderos con pendientes de miedo, tierra suelta y por las lluvias, tramos de lodo, y piedras que hacían que la dirección se moviera de manera violeta. Pero ¿saben?, la 850 pasó todo riéndose, solo bastaba con un poco de acelerador para pasar los malos caminos; el chasis se hacía uno conmigo y controlaba todo con la cadera y resultó bastante divertido.

Obvio la parte de lodo no fue precisamente agradable, ya que como ven en las fotos, las llantas de la BMW eran lisas, así que los movimientos extraños en el lodo estuvieron a la orden del día,. Pero vamos, que sí nos han servido los cursos de manejo donde la importancia de la sensibilidad con la dirección y acelerador lo es todo. Al final fue un saldo blanco… bueno, café, ya que quedamos llenos de lodo de la cintura para abajo.

Realmente me sorprendió y gustó la BMW F 850 GS, mucho más que su hermana “sensible” la 750, la primera es más extrema y soporta un trato más rudo, además de tener una respuesta excelente; de hecho y de manera muy personal, preferiría esta moto a una nueva 1250 GS, principalmente por el peso. Prefiero tener el control y un buen manejo, que peso y potencia desmedida.

Esperamos en poco tiempo tener ambas motos un poco más de tiempo y con libertad para circular para traerles más fotos e impresiones de manejo.

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