El apoyo no implica el levantamiento, ya que es el Congreso estadounidense el que lo instituyó y sólo él lo puede eliminar

La Habana celebró el «divorcio de Donald Trump con el mundo» y las «nueve derrotas» de Washington en el debate llevado a cabo en la Asamblea de Naciones Unidas sobre el proyecto ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE UU contra Cuba’, que fue aprobado por 189 naciones, rechazado sólo por la representación estadounidense y la de Israel y sin ninguna abstención.

La sonrisa de satisfacción del canciller cubano, Bruno Rodríguez, fue mostrada por la televisión estatal, que transmitió en directo el miércoles y este jueves los debates y votaciones. Desde la isla denunciaron al intento «desesperado» del Departamento de Estado de alargar una votación que, en las 26 ocasiones anteriores, fue un trámite, introduciendo ocho enmiendas al texto cubano que, una a una, fueron rechazadas.

El canciller volvió a exigir la eliminación del embargo impuesto en 1961 y que deja pérdidas acumuladas de unos 812.000 millones de euros, se presenta como el «principal obstáculo para el desarrollo del país», afecta a empresas de terceros Estados y entidades financieras que son sancionadas por negociar con la isla.

No es el único obstáculo para Cuba, porque tanto Raúl Castro como Miguel Díaz-Canel han aludido al «bloqueo interno», la resistencias de funcionarios de rango medio y de la burocracia, como otro de los problemas que torpedean el desarrollo.

La abrumadora votación, sin embargo, no implica el levantamiento del bloqueo, ya que es el Congreso estadounidense el que lo instituyó y sólo él lo puede eliminar. La esperanza de quienes lo rechazan es que en las elecciones para renovar el Congreso de EE UU ganen los demócratas y se avengan a retirarlo. Si no, Cuba sostiene que seguirá luchando hasta que eso suceda.

M. L. DE GUEREÑO Corresponsal en La Habana (Cuba)

(Con información de ideal)