El foco en esta tendencia está en la ingesta de las distintas variedades de vegetales.
La alimentación basada en plantas o plant-based es una tendencia que viene pisando fuerte en todo el mundo. Como lo dice su nombre, el foco está en la ingesta principalmente de vegetales: frescos o secos.
Sin importar el rótulo de vegetariano, paleo o crudívoros o si se come de todo; la idea de este movimiento es darle la mayor frecuencia posible a los alimentos reales, frescos, de estación, sin manipulación de la industria, bajando el consumo diario de opciones congeladas, latas y comidas industrializadas. Estas cuentan con una cantidad importante de toxinas en forma de resaltadores de sabor, colorantes, agroquímicos, sal, trigo, soja y grasa hidrogenada.
Platos verdes
La propuesta es que el plato contenga mayor cantidad de plantas frescas -como frutas, verduras, brotes y germinados- y plantas secas -entre ellos, se encuentran los cereales integrales, semillas, frutos secos, legumbres, algas, condimentos y aceites de primera presión.
Al mismo tiempo, se busca bajar la frecuencia del consumo de alimentos con proteína animal más recomendadas -como pescado, pollo de campo, carne magra, huevo de campo- y evitar los ultraprocesados -como fiambres, embutidos o ultraprocesados.
Los frutos secos son un pilar importante de la alimentación basada en plantas.
Este movimiento fue impulsado por “The china study”, un libro sobre uno de los estudios epidemiológicos más grandes de alimentación mundial realizado por el doctor estadounidense en bioquímica T. Colin Campbell.
En esta obra, observó el cambio de hábitos en distintos pueblos de China, cuando las empresas de alimentos industrializados y las cadenas de comidas rápidas llegaron a esos lugares. Lo que se documentó es que con la introducción de estos alimentos en poblaciones que antes solo consumían granos, pescados, algas y plantas, los casos de enfermedades relacionadas con alta incidencia en Occidente -entre ellas, la diabetes, la hipertensión, los problemas cardiovasculares- aumentaron en forma significativa.
Con lo cual, se llegó a la conclusión de que los alimentos que elegimos tienen un fuerte impacto en el inicio de la enfermedad, en como se la transita y en la posibilidad de sanación. También, en los pensamientos, el estado de ánimo, la calidad de vida, y el medio ambiente.
Las comidas procesadas inciden en el aumento de enfermedades.
Menos procesados, más beneficios
¿Cuáles son los beneficios de los vegetales? Acá las razones planteadas por Colin Campbell.
– Son antiinflamatorios.
– Resultan depurativos, ayudan a eliminar toxinas a través del hígado, el riñón, los intestinos y la transpiración.
Consumir productos de estación, una clave para mantener la salud.
– Son antioxidantes. Previenen el envejecimiento prematuro, tienen efectos anticancerígenos y neuroprotectores.
– Brindan saciedad.
– Controlan la absorción de glucosa evitando picos de glucemia y estimulando la correcta evacuación.
– Brindan una buena dosis de vitaminas y minerales, cofactores enzimáticos de muchísimas reacciones metabólicas del organismo. Lo cual estimula la funcionalidad bioquímica general del cuerpo, eleva la energía y mejora el estado de ánimo.
– Regulan el peso corporal.
En definitiva, una alimentación completa, variada y equilibrada, con productos reales y de estación, brinda al cuerpo los nutrientes que necesita, asegurando un correcto estado de salud, recuperando el peso saludable, sin rebotes ni riesgos de desnutrición o descompensación. La clave es generar hábitos saludables, sumar actividad física y así, no necesitar “dietas mágicas” para bajar de peso y prevenir enfermedades.
Chef Fran