Ha llamado mucho la atención la forma despectiva en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se refirió al “neoliberalismo” que fungió como eje central del gobierno de México durante los pasados 36 años, según él mismo clasificó. De manera casi obsesiva AMLO se refirió a ese modelo en 19 ocasiones explicando siempre, según su valoración, sus consecuencias (“la política económica neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública del país”).
Pero, ¿cómo entender los postulados que defiende AMLO si por un lado ataca al neoliberalismo, pero al mismo tiempo decide continuar (por el momento) la construcción del NAIM para no hacer enfadar a los mercados ni a los tenedores de bonos que estaban a punto de demandar al gobierno en Nueva York? Qué, ¿no se suponía que los neoliberales defendían la separación de la política fiscal de la monetaria y con ello la independencia del Banco de México del gobierno, cosa que ahora AMLO también respetará? ¿Por qué AMLO decide que su Paquete Económico 2019 arrojará superávit fiscal primario y no incurrirá en mayor deuda?
La respuesta no es que AMLO sea neoliberal, sino que el Presidente requería marcar distancia con el grupo político anterior, y usó al neoliberalismo como el enemigo que había que vencer, y sobre el que triunfó. Sin embargo, ahora, descobijado el aparato de gobierno de ese u otro concepto, necesita uno del cual asirse, un modelo que le permita conjuntar un funcionamiento adecuado en materia económica —dada la realidad interconectada de los mercados—, con postulados de libertad, igualdad y tolerancia fundamentados en la identidad nacional.
Posiblemente AMLO pueda encontrar un marco de referencia en lo que podría llamarse “nacionalismo liberal”, un conjunto de ideas que podrían satisfacerle a él, a su grupo cercano del gobierno y a millones de mexicanos que necesitan urgentemente comprender el origen de sus decisiones y de muchas declaraciones que varias veces parecen contradecirse.
Repito que con AMLO le puede ir muy bien a México en materia económica. La decisión de evitar una demanda por el Nuevo Aeropuerto, ayer, lo refrenda. El Presidente no parece querer jugarse el prestigio de México en los mercados. Eso sí: habrá costosos aprendizajes y errores, pero es muy positivo que su gobierno quiera ser funcional dentro de las reglas del juego de la globalidad.
GERMÁN MARTÍNEZ, EN EL IMSS
El nuevo director general del IMSS arrancó su gestión conmemorando el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Una de sus primeras tareas será “exportar” el modelo de compras consolidadas que surgió en esa institución, que ahí dominan, y que ahora Carlos Urzúa, en la SHCP, quiere implantar en todo el gobierno.
DÓLAR Y BOLSA
En el primer día hábil del gobierno de AMLO el dólar bajó y la bolsa subió.
(Con información de heraldodemexico)