Los consejos de los expertos para diseñar un estilo único.
Esmerarse en armar un atuendo con la mejor combinación de colores o con las prendas que encabecen las últimas tendencias no garantiza que el esfuerzo se luzca y que la imagen se vea tan impecable como buscamos.
En cambio, hay detalles que van más allá de la ropa y que cambian por completo la apariencia.
1. Que el pelo esté en orden
El cabello tiene un importante efecto visual y siempre estará en primer plano.
La primera clave para aprovechar su poder es un buen lavado. “Es muy importante usar los productos adecuados para cada tipo de cabello. Porque si no compramos los acertados, por más que gastemos mucho dinero, no conseguiremos el atractivo que buscamos y será más difícil dominar el largo“, aconseja el estilista Hernán Vallejo.
Las ondas quebradas marcan los peinados.
Cuando ya empezamos con los ciclos de tintura, habrá que estar atentas al crecimiento de las raíces. “Quienes no tienen canas y eligen los desgastados naturales, tienen permitido un intervalo hasta de un mes y medio. En cambio, si ya empiezan a invadir los mechones blancos, la espera debería ser de entre 20 a 25 días “, agrega Vallejo.
Los trucos para ese entretiempo: pensar en un peinado estratégico -sin raya al medio- y acudir a los sprays de tintura instantánea.
En cuanto al corte, “hoy se usan las opciones rectas. Para realzarlas, hace falta un poco más de cuidado y una vuelta en el peinado. Unas ondas desarmadas, hechas con la buclera, son la alternativa versátil”, agrega Vallejo.
2. Nunca a cara lavada
Hay una tendencia que reivindica el no makeup. Para una reunión laboral o cuando queremos subir la apuesta de nuestra imagen, esa puede no ser la mejor decisión.
”El rostro representa nuestro estado de ánimo, si dormimos bien o no, si estamos enfermos o hemos tenido una semana agotadora, incluso el efecto del cambio de temperatura. Pero con muy pocos productos, podés hacer maravillas y lucir fresca e impecable, aunque simules estar sin maquillaje “, explica la maquilladora Connie Moreno.
Un brillo con color es ideal para la oficina o el look diario.
Una técnica exprés: “después de aplicar tu hidratante habitual, cubrí las ojeras y los párpados con un corrector un tono más claro que tu piel (colocá una pequeña cantidad de producto para que no se acumule en el pliegue del párpado móvil) y fija con polvo volátil translúcido, para que dure más. Aplica la máscara en las pestañas superiores e inferiores. Una vez que se absorbió la loción o crema, agregá una base de textura ligera, una bb o cc o cream, para unificar el tono de la piel. Aunque parezca menor, el simple hecho de amalgamar el tono de la piel da un aspecto fresco. Por ultimo, coloca rubor en las mejillas “.
Si buscás más impacto,” elegí un labial rojo, fucsia, mandarina o bordó “, puntualiza.
3. El toque de los accesorios
Los accesorios dan la posibilidad de agregar un detalle personal.
“Brindan una oportunidad valiosísima para mostrar una cuota de actualidad, creatividad y esmero. Pero si son demasiado grandes, de un color contrastado o de un diseño muy llamativo, se mueven mucho o hacen ruido; harán que la atención de nuestro interlocutor se disperse. También es importante que nos sintamos cómodas con ese complemento. Un ejemplo: no dejarlos en paz durante una reunión o entrevista -girándolos o acomodándolos sin parar- transmitirá una idea de inseguridad, poco confort o dejará traslucir que queremos salir disparadas de ese lugar”, explica la asesora de imagen Florencia Ducos.
4. Uñas para Mostrar
Los esmaltes de uñas en tonos fuertes agregan personalidad.
“Por supuesto, tienen que estar esmaltadas. Con un largo prolijo, sí o sí. Pero, además, es importante que la piel se vea humectada y las cutículas, controladas “, sugiere Ducos.
5. Decí whisky
Una sonrisa genuina, infalible.
“Sin llegar a una cara de feliz cumpleaños o esa sonrisa tensa producto de los nervios, un rostro sonriente suma a un buen look”.