El mandatario mexicano señaló que su postura se debe a que considera que son los propios venezolanos quienes tienen que resolver sus problemas internos
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador habla en rueda de prensa en el Palacio Nacional en Ciudad de México.
El retiro del apoyo de México a la ofensiva diplomática del Grupo de Lima contra el gobierno de Venezuela atrajo fuertes críticas de la oposición y de grupos humanitarios al presidente Andrés López Obrador, que defendió firmemente su postura.
El viernes pasado, los representantes de ese bloque latinoamericano, excepto México, firmaron el acuerdo para rechazar un nuevo mandato del presidente Nicolás Maduro en Venezuela, por considerar “ilegítima” la elección del 20 de mayo pasado cuando fue reelecto.
López Obrador justificó la actuación de México, que decidió permanecer en el Grupo de Lima, pero que decidió por la “no intervenir en la situación de Venezuela, pues es un asunto que únicamente corresponde a los venezolanos resolver”.
Postura no intervencionista
El mandatario afirmó que su gobierno se regirá por la política de no intervención en asuntos de política interna de otros países, para que de esa manera, ninguna nación interfiera en los de México, y además negó simpatizar con su homólogo Nicolás Maduro.
“Esto es un asunto que genera mucha polémica, pero debe de entenderse que no es un asunto de simpatías”, sino tiene que ver “con nuestra política exterior, que se abandonó hace algún tiempo y secundamos decisiones tomadas en otras latitudes y por otras causas”, indicó en su conferencia diaria. “Nosotros no vamos a actuar así, vamos a ser respetuosos de todos los gobiernos y de todos los pueblos del mundo siempre”, agregó.
López Obrador insistió en que su gobierno no puede “ser candil de la calle y oscuridad de la casa”. Y agregó: “Yo respeto a quienes llevan a cabo esa política, a lo mejor ellos no tienen problemas en sus países y les da tiempo para ocuparse de lo que sucede en otras partes del mundo. Nosotros tenemos mucho trabajo”.
También habló sobre su relación con el presidente de Venezuela. “Al presidente Maduro lo conocí el día de la toma de protesta, no lo había visto. Yo creo que lo vio más (Vicente) Fox y (Felipe) Calderón”, que gobernaron al país entre 2000 y 2012, afirmó.
En el denominado Acuerdo de Lima, los 13 países firmantes acordaron también no participar de la asunción de Maduro, del próximo 10 de enero, para un periodo que concluirá en 2025. Ante la decisión tomada por López Obrador, el presidente de Bolivia, Evo Morales, lo felicitó por defender el principio de no intervencionismo.
Llueven las críticas
El ex presidente Vicente Fox, en un mensaje a través de Twitter, cuestionó en enfoque del gobierno y sostuvo que México “no puede ser indiferente” frente al drama que afronta el pueblo venezolano y “reconocer a un dictador”.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), criticó a través de la misma red social la posición de México y opinó que demuestra que, en el gobierno de López Obrador, “los derechos humanos no serán componente de la política exterior”.
El ex candidato presidencial Gabriel Quadri consideró que con esa postura, el gobierno se escuda en la “no intervención” para solapar a la “infame dictadura venezolana”. Mientras que el líder de la principal fuerza de la oposición, el Partido Acción Nacional (PAN, derecha), Marko Cortés, acusó al gobierno de avalar una “dictadura del mandatario venezolano”.
El jefe de la bancada panista en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks, expresó que es “inaceptable que el gobierno de México se convierta en cómplice de la dictadura de Nicolás Maduro”. En tanto el presidente del Senado, Martí Batres, del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), señaló que “suficientes problemas tenemos en nuestro país como para tratar de meternos en los problemas de otros”.
En Lima, el subsecretario para América Latina y del Caribe, Maximiliano Reyes, quien acudió en representación de la cancillería mexicana, pidió al Grupo de Lima reflexionar “sobre las consecuencias que tendrían para los venezolanos” esa postura.
El Periódico