El parapente: Paracaídas y pendiente
Sus orígenes viene del paracaidismo que en algunos casos son actividades que se parecen y en otras son muy diferentes, como por ejemplo el parapente presenta un perfil perfectamente aerodinámico y un ala mucho más grande con celdas abiertas por delante y cerradas por detrás, la persona tiene mucho más tiempo para planear y el despegue de hace desde una montaña y no de una avión como en el paracaidismo.
Esta disciplina nació en Francia cuando grupos de escaladores utilizaban un tipo de paracaídas para no tener que bajar de las montañas. Asimismo, la NASA ha contribuido mucho con el invento, ya que el sistema de aterrizaje de sus cápsulas espaciales incluye paracaídas que han servido de prototipo.
En la actualidad, el diseño y construcción de los parapentes va de la mano con el avance de la tecnología, ya que hoy en día con el uso de computadoras se estudian los materiales más convenientes para la elaboración de parapentes.
El parapente es un paracaídas perfeccionado y dirigible que cuenta con dos cuerdas, una de cada lado que permiten hacer movimientos de rotación y traslación. La persona que hace uso de él, se encuentra en una posición semisentada , como su fuera en un columpio.
Basicamente este tipo de actividad consiste en ubicarse en alguna montaña que tenga una exposición de frente a los vientos dominantes de la zona y que esté expuesto al sol, porque así se crean las corrientes ascendentes de calor. También se requiere que la montaña tenga acceso con vehículo para subir, con una pendiente adecuada sin arboles para poder extender los equipos y al pie de la montaña una área de aterrizaje plana. Posteriormente se hace el despegue y luego el vuelo.
Existen tres tipos de vuelo en parapente:
a) El vuelo técnico:Consiste en aprovechar las corrientes de aire ascendente.
b) El vuelo soaring: El vuelo se hace aprovechando las corrientes de aire que suben por las laderas.
c) El vuelo de relación: Se refiere a planear hasta aterrizar.
Las personas que practican el vuelo en parapente los hacen por tener la necesidad de vivir y sentir nuevas experiencias, combatir algunos miedos o relajarse. Para los principantes esta el vuelo Tándem que se realiza con un parapente diseñado para dos personas (tándem), con el propósito de que sin experiencia previa, una persona pueda volar acompañada de un instructor certificado; aquí el pasajero y el piloto van sentados y asegurados cada uno en una silla individual, lo que permite una sensación de total independencia y confianza.
Para los que ya han practicado por algún tiempo esta actividad, esta el vuelo Autónomo: El cual es realizado por una persona sin el apoyo de un instructor, tomando en cuenta que tiene que contar con licencia o certificación de piloto de parapente además de que es necesario cubrir cursos teórico-prácticos sobre la actividad.
El equipo a utilizar para el parapente consiste en:
Arnés, paramotor, walkie-talkie, variómetro, mochila, sistemas de flotación, casco, overol de vuelo y botas.
Es muy importante también seguir las siguientes recomendaciones al piel de la letra:
– Antes de realizar la actividad, revisar siempre al menos dos veces el equipo, incluyendo el ala y la silla con el arnés.
– Estar muy atento a todas las indicaciones e instrucciones que de el piloto.
– Evitar volar en caso de lluvia o días nublados.
– Evitar ponerse nerviosos; procurar mantener la calma y relajarse para disfrutar el vuelo – Utilizar siempre el casco.
– Si ha decidido hacer un vuelo autónomo, debe antes tomar un curso de al menos ocho sesiones de tres horas cada una.
– Siempre ir acompañados de un operador especializado a los sitios donde se practica la actividad.
Volar en parapente según dicen los expertos es una aventura llena de sensaciones indescriptibles a los que muchos ya se han hecho adictos, sin embargo como cualquier actividad o deporte extremo tiene sus riesgos y requiere de conocimiento práctica.
(Con información de elclima)