Elizabeth Tiburcio de la Cruz, originaria de Ecatepec y con 18 años de edad, decidió escaparse del cautiverio en el que su pareja de 17 años, Carlos Enrique Ramos Lucas la mantenía desde hacía tiempo.
Ella había decidido poner fin a los abusos sexuales constantes, los golpes y las amenazas de matar a su bebé de 4 meses de edad.
Al ser atacada (en Texcoco) con un cuchillo por Carlos Enrique; ésta se defendió, pero las cosas se complicaron porque fue detenida y trasladada al penal “Molino de Flores”.
De acuerdo con versiones de los testigos, Elizabeth llegó a este municipio porque su concubino le hizo muchas promesas. Sin embargo, la llevó a vivir en condiciones infrahumanas: apenas un cuarto pequeño, en el que también habitaban el abuelo de su hijo y un empleado.
Elizabeth tenía prohibido salir, tampoco podía asomarse por la ventana, debido a que el lugar donde habitaban funge como autolavado y se requiere caminar más de 50 metros para salir.
La calle Luis Donaldo Colosio s/n, de la Colonia San Mateo fue testigo de los hechos el pasado sábado cuando decidió escapar con su bebé, pero al ser descubierta, Carlos
Enrique los golpeó severamente a ambos; además intentó acuchillarla, pero ella reaccionó hiriéndolo a él.
El predio que se encuentra casi frente a la policía municipal de esta demarcación fue el escenario de violencia en el que Elizabeth y su pequeño estuvieron sometidos más de quince días; las diferentes versiones han generado controversia.
Mientras los elementos de la policía argumentan que una señora pidió el apoyo y los uniformados, la ambulancia.
La versión del concubino refiere que después de haber sido lesionado, Elizabeth pidió el apoyo al papá de éste para llamar a la ambulancia, pero nunca se hace referencia a que llega la policía.
Asimismo, fotografías de Elizabeth y de su pequeño muestran las lesiones que el doctor legista no certificó y que a decir de los especialistas resulta imposible que ella se hubiera realizado.
Lo cierto es que Elizabeth jamás permitió, por ningún consentimiento, mantenerse aislada contra su voluntad, por lo que su comportamiento violento pudo ser producto del abuso y el hecho de estar en peligro su vida y la del bebé.
De tener una pena, Elizabeth podría alcanzar de menos 40 años. Ahora, Carlos Enrique se mantiene estable. Pero, ella está encerrada en espera de una audiencia.