Desde el pasado jueves las autoridades del Roma reabrieron al publico la escalera por la que Jesucristo pasó para, según la Biblia, ser juzgado por Poncio Pilatos.
Las escaleras de mármol fueron llevadas a Roma desde la ciudad de Jerusalén por mandato del emperador Constantino y, según la leyenda, cubiertas con tablas de madera para protegerlas de los peregrinos y su desgaste por el uso.
Cientos de peregrinos de todas partes del mundo se dieron cita para presenciar el momento en que las escaleras eran reabiertas.
Durante los años 50s, las autoridades italianas quitaron por unos días las tablas de madera para realizar mantenimiento.
La historia indica que, en el undécimo escalón, Jesús derramó sangre, mancha que nunca fue limpiada.
Durante los trabajos de mantenimiento fueron encontrados diversos objetos como monedas antiguas, exvotos, y pequeñas notas dejadas por los peregrinos.
En los 28 escalones que conforman el lugar también fueron encontradas algunas marcas que indicarían los pasos que dio Jesucristo.
Pese a la expectación que generan la escalera, algunos expertos han dicho que también existe la posibilidad que esta no sea la construcción de Jerusalén.
La escalera estará abierta al publico durante dos meses y posteriormente será cubierta con madera nuevamente.