López Obrador respaldaba a Claudia Sheinbaum en un evento al norte de la Ciudad de México, le decía “la maltratan mucho, unos grandulones, abusivos, ventajosos, pero no está sola, tiene el apoyo del Presidente de la República”, la vitoreaba y levantaba su mano triunfante como si estuvieran en una celebración. Mientras que en la Universidad del Pedregal, la familia de Norberto Ronquillo y sus amigos lloraban su asesinato. Una muestra de que la soberbia de la “Cuarta Transformación” ha provocado que la realidad los rebase.

Fue una verdadera pesadilla. Norberto fue secuestrado al salir de su universidad, la familia pagó un rescate por 500 mil pesos pero el joven nacido en Chihuahua nunca regresó. El caso cobró notoriedad porque la familia y amigos hicieron una intensa campaña buscándolo. Lastimosamente el domingo 9 de junio por la noche encontraron su cuerpo en Xochimilco y en la madrugada del día siguiente su familia lo reconoció.

No es un caso aislado, hace unos días conocimos la historia de Leonardo Avendaño, joven de 29 años que fue encontrado asesinado en la Alcaldía de Tlalpan, con signos de tortura y asfixia.

La historia es cada vez más común de lo que pensamos, tan solo en lo que va del mes de junio se reportaron varias desapariciones, como el caso de Juan Méndez, de 27 años, que iba a su trabajo y nunca llegó, una estudiante de 16 años que se salió rumbo a la escuela y al día de hoy se desconoce su paradero, Devanny Pérez, de 13 años, desapareció en Gustavo A. Madero, Stefany Bautista de 16 años en Iztapalapa, más los casos que no conocemos.

Según datos de la organización Alto al Secuestro informó que estos hechos se han incrementado en todo el país, pero llama la atención la situación en la Ciudad de México: en lo que va del año, se han denunciado 59 eventos de ese tipo, cuando durante todo el año anterior se registraron 29.

Es evidente que la violencia se ha agravado desde el inicio de la administración de Claudia Sheinbaum, cuya lealtad a López Obrador pesa más que sus resultados como servidora pública. Cuando encabezó la entonces Delegación Tlalpan, de 2015 a 2017, se incrementaron sustancialmente los delitos de robo con violencia a transeúnte, vehículos, homicidios dolosos. La morenista se excusó argumentando que como delegada carecía de atribuciones en materia de seguridad pública y responsabilizó al gobierno capitalino. Hoy que cuenta con esas facultades, su ineptitud se ha visto reflejada en varios ámbitos.

En este punto la pregunta es ¿cuántos estudiantes deben morir en manos del crimen organizado para que las autoridades aborden el tema de seguridad con seriedad? La Ciudad de México se ha convertido en tierra de nadie donde los delincuentes actúan sin ningún temor y los estudiantes empiezan a preguntarse si regresarán a casa.

La estrategia de dividir a la ciudad en 847 cuadrantes que se anunció con bombo y platillo ha resultado un fracaso pese a que Sheinbaum dijo que en los primeros seis meses de su gobierno se notarían los resultados gracias a los “programas sociales” impulsados por López Obrador. Ahora promete una nueva táctica que incluye reforzar su gabinete y una vez más ha culpado a las administraciones anteriores, por cierto, de las que ella formó parte.

Lo que la Ciudad de México requiere es una estrategia integral en materia de seguridad que no sea improvisada, donde no se busquen los resultados fáciles y estén basados en ocurrencias, sino que incluyan elementos técnicos y una planeación seria. Se necesitan menos aplausos dentro del gabinete capitalino y más acciones basadas en análisis de inteligencia porque el actual ha resultado totalmente ineficaz. Al tiempo…

Con información de Publimetro