El programa de “reality” Shark Tank México, igual que el de Estados Unidos, no cumple todo lo que promete. En principio, se trata de que empresarios principiantes expongan sus ideas a experimentados inversionistas para que éstos decidan cuál apoyar. Sin embargo, varios de los “triunfadores” se han quedado esperando los recursos y los contactos prometidos. En cambio, los magnates incumplidos realzan su imagen para hacer notar como si fueran verdaderos filántropos…
El programa de televisión Shark Tank México, trasmitido desde 2016 por el canal Sony, reúne a un puñado de connotados inversionistas que prometen recursos a empresas incipientes con ideas innovadoras. No obstante, las ofertas de inversión realizadas ante las cámaras pocas veces se concretan. Así, para muchos jóvenes emprendedores la ilusión de ser respaldados por empresarios multimillonarios constituye una farsa cruel que no pasa de conformar un simple espectáculo televisivo.
La revista Proceso entró en contacto directo con más de una docena de participantes de las tres temporadas ya concluidas del programa. Tan sólo en dos de los casos la inversión fue concretada tal como había sido anunciada ante las cámaras, en un plazo aproximado de siete meses, y al menos en seis, jamás se recibió la inversión o el crédito prometidos.
Otros emprendedores mencionaron que, tras revisar las condiciones de la inversión o sus propios negocios, decidieron rechazar la participación de los inversionistas o “tiburones” en sus empresas.
Francisco Michavila fue uno de los primeros en participar en la primera temporada en Shark Tank, difundida en 2016. Al margen de la emoción de figurar en televisión, para él y para su negocio hubiera sido mejor no haber formado parte de ese espectáculo. El compromiso de inversión de 800 mil pesos para su empresa nunca se concretó, lo que contribuyó al fracaso de su proyecto.
“Perdí meses críticos durante el primer año de vida de la empresa. Me distraje mucho, y perdí el enfoque. Yo hubiera podido conseguir el dinero de otra manera”, dice en entrevista con Proceso.
Quienes se comprometieron ante las cámaras a invertir en la compañía de Michavila, Matter Education, creadora de una herramienta tanto virtual como presencial para fomentar la estimulación temprana en niños, fueron Carlos Bremer y Jorge Vergara.
Bremer es director ejecutivo y presidente del Consejo de Value Grupo Financiero, que según el programa es “el grupo financiero más rentable de México”, en tanto que Vergara (quien participó sólo en las primeras dos temporadas de Shark Tank) es principal accionista del club del futbol Chivas de Guadalajara y de la firma de suplementos dietéticos Omnilife.
Michavila asegura que de no haber contado con la promesa de inversión de Shark Tank hubiera buscado un crédito bancario o incluso un préstamo de parte de su familia, pero la expectativa lo retrasó.
Bremer es inversionista (o supuesto inversionista) en cuatro de las seis firmas que no recibieron inversión, como comprobó Proceso. Otros “inversionistas” o “coinversionistas” que tras un año también habían incumplido sus promesas ante las cámaras son Rodrigo Herrera (Genomma Lab), Patricia Armendáriz (Financiera Sustentable), Jorge Vergara (Omnilife) y Marcus Dantus (Startup México).
Eso no quiere decir que estas personas no hayan otorgado recursos prometidos o que otros “tiburones” siempre hayan cumplido con sus ofertas. Dos participantes en un chat de Whatsapp que reúne a cerca de 70 “ganadores” de Shark Tank calcularon de manera independiente que tan sólo cerca de una tercera parte ha anunciado que recibió la inversión. En la mayoría de los participantes del chat prevalece la frustración y el descontento.
Muchos de los emprendedores optaron por no hablar o por conversar sólo con la anuencia del canal Sony, que produce el programa, lo que hubiera significado que siguieron el “guion” que les entregaron los productores.
Ese “guion”, incluye respuestas a preguntas concretas. A “¿Qué opinas de los tiburones?”. Los emprendedores deben responder: “Son un gran modelo a seguir para cualquier emprendedor, la prueba de que en México se pueden hacer las cosas en grande y que puedes empezar de cero. Hay mucho potencial que necesita un empujón”.
El canal Sony además enfatiza: “Les pedimos referirse a los tiburones con mucho respeto y hablar de ellos siempre en forma positiva”.
Debido en parte a esos lineamientos, cuatro emprendedores decidieron relatar sus casos de incumplimiento de manera anónima. De última hora, un par de socios que aparecieron en la tercera temporada del programa y que recibieron la promesa de una inversión de 500 mil pesos y un crédito por el mismo monto de parte de Bremer declinaron hacer declaraciones para este reportaje.
Con información de la revista proceso