El expresidente Evo Morales prometió a sus seguidores, desde territorio cubano, que retornará a Bolivia y que el Movimiento al Socialismo (MAS) ganará las elecciones extrordinarias de 2020, informó la prensa local.
La comunicación a sus simpatizantes se dio por medio de un contacto telefónico que se escuchó durante el congreso ampliado que realiza el MAS en la ciudad de Cochabamba, al este de la capital, para analizar la situación política y social del país y su participación como partido en la próxima justa electoral, detalló el diario Página Siete.
“Quiero decirles, hermanas y hermanos, por ahora –momentáneamente- estoy fuera de Bolivia. Cualquier momento, quiera o no quiera la derecha, digan lo que digan, hagan lo que hagan, pronto voy a estar en Bolivia para que juntos enfrentemos las elecciones y las ganemos como siempre lo hemos hecho”, expresó Morales.
Este viernes, Morales, quien se encuentra asilado en México desde el pasado 12 de noviembre, partió rumbo a La Habana para, según trascendió, someterse a un chequeo médico, aunque no se especificó que problemas de salud padecería.
Morales, quien durante 14 años dirigió como presidente a su país, pidió a sus bases no olvidar el “golpe de Estado” gestado por la derecha y el imperio norteamericano.
En las elecciones del pasado 20 de octubre Morales iba por su cuarto mandato presidencial y su tercera reelección. Sin embargo, luego de los apretados resultados que en principio auguraban una segunda vuelta, el sistema fue suspendido por unas 20 horas y al reinciarse se le dio como el virtual ganador.
Ante las dudas, los opositores y su candidato, Carlos Mesa, denunciaron un fraude electoral y Morales se asumió como presidente electo. De inmediato estallaron las protestas y enfrentamientos entre ambos bandos.
Las fuerzas armadas se negaron a reprimir a los manifestantes y llamaron a Morales a considerar su renuncia para evitar el derramamiento de sangre entre bolivianos.
El 10 de noviembre Morales renunció a la presidencia y dos días después salió hacia México, país que le ofreció asilo político y desde el cual acusó que hubo un “golpe de Estado” de los militares en complicidad con la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que había hecho público un informe preliminar donde asentaba anomalías en los cómputos electorales y aconsejaba la realización de nuevas elecciones.