La menor de 15 años ha sido sometida al menos a tres cirugías
La señora Bernarda Salgado, mamá de Tania Lezama, informó en entrevista que su hija de 15 años, sobreviviente del desplome en la estación Olivos de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México en el que 26 personas perdieron la vida, entre ellas su hermana mayor Nancy Lezama, pedirá pensión de por vida.
Y es que pese a que sí podrá caminar de nuevo, aún se desconocen las secuelas que el accidente le dejará.
El pasado lunes 21 de junio, Tania Lezama fue sometida a su tercera operación tras el accidente que cambió la vida de su familia, en esta ocasión la intervención fue para quitarle los clavos que inicialmente le fueron colocados en su primer cirugía de pelvis, esto, debido a que en el Instituto Nacional de Rehabilitación les informaron que hasta que éstos fueran retirados podían continuar con el proceso de recuperación de movimiento.
En la revisión realizada en el Hospital Ángeles Acoxpa, donde actualmente es atendida la menor de las hermanas Lezama, detectaron que dos de sus huesos aún no sanan y que es necesario esperar a que esto ocurra de forma natural para que pueda iniciar con su rehabilitación.
Los traslados hospitalarios y el tiempo que deben de invertir en el cuidado de su hija ha obligado a la señora Bernarda, a su esposo Humberto, su hijo y algunos familiares a dejar sus trabajos pues seguir con ellos les quita el tiempo que necesitan para estar pendientes de Tania en el hospital. Además tuvieron que cambiarse de casa; hasta ahora el gobierno ha cubierto todos los gastos que esto implica.
“Mi casa está muy lejos, está casi a dos horas y media, entonces nos están rentando por aquí para que nos quede más cerca y nos podamos mover con más tiempo y porque tengo familiares que nos están rolando y de ser así pues tendríamos que hacer tres horas, dos horas y media si no rentáramos aquí. Si tuviéramos que movernos hasta allá diarios serían como 500 pesos de gasolina” detalló.
Tania ya recibe ayuda psicológica pues constantemente se deprime, vienen a su cabeza recuerdos dolorosos y teme a los procedimientos que debe someterse.
“Recibe atención psicológica. Se deprime, se pone nostálgica, llora y reniega de lo que le pasó” explicó su mamá.
El resto de la familia ha decidido esperar hasta su hija esté completamente curada para aceptar la misma ayuda pues no han podido tener un luto normal y llorar a su hija Nancy debido a que deben de estar fuertes para Tania.