Una vez más, el novelista peruano, Mario Vargas Llosa, arremetió contra el creciente triunfo de gobiernos progresistas en América Latina, contrarios a su propia convicción neoliberal: “Debemos movilizarnos para por lo menos salvar a algunos países latinoamericanos. América Latina va muy mal, pero no está perdida. Depende que nos movilicemos de manera decidida y enérgica, a ver que podemos salvar del autoritarismo y falta de libertad. Debemos salvar este continente”.
En un seminario denominado “La relación entre Estados Unidos e Iberoamérica: perspectivas políticas y económicas”, organizado por el Interamerican Institute for Democracy, grupo vinculado al Partido Republicano y financiado por la National Endowment for Democracy (NED, por su siglas en inglés) creado en los años de Reagan y la Fundación Internacional para la Libertad, organización basada en la ciudad de Rosario (Argentina) y que dispone de un frondoso financiamiento para difundir las ideas neoliberales por toda Latinoamérica y el Caribe, realizado el 10 de Diciembre del 2021, El escritor fue encargado del discurso de cierre en el que refleja la desazón de la derecha y la derrota de sus apuestas político-electorales.
Para el peruano, Ernesto Zedillo “merece un monumento”, pues con él “entró la democracia”, misma que de inmediato descalifica, al señalar que “los mexicanos votaron mal” al elegir como presidente a Andrés Manuel López Obrador, a quien considera “un presidente populista, demagogo, que va acabando con todas las libertades”.
Después de reiterar que, a su criterio, “Cuba, Venezuela y Nicaragua son feroces dictaduras”, se refirió las elecciones en Colombia, donde Gustavo Petro va ganando terreno, lo que Vargas Llosa opina que sería “la catástrofe de América Latina, sin ninguna duda”, pues “el mundo dictatorial latinoamericano va a crecer, va a seguir creciendo como ha estado creciendo todos estos años”
Con respecto a Castillo, en el Perú, el prosista considera que es “un personaje que no tiene las más mínimas condiciones para gobernar un país , elegido en elecciones aparentemente limpias y va en la dirección de Venezuela, Cuba, Nicaragua”.
En lo referente a Chile, donde la disyuntiva estaba entre el ultraconservador José A. Kast, a quien obviamente Vargas Llosa consideraba la mejor opción, y el progresista Gabriel Boric, quien finalmente se alzó con el triunfo. Sin embargo, al momento del seminario aún no ocurrían las elecciones, por lo que el escritor expresó que “creíamos que Chile estaba en la buena dirección y de pronto la incertidumbre, la indecisión entre elegir una buena posición (refiriéndose al neofascista Kast) y una posición absolutamente negada a la democracia y a la libertad que nosotros proponemos”.
A decir de Vargas Llosa, “Bolivia, con Luis Arce es una dictadura, un país retrocediendo sistemáticamente” y Bolsonaro “es un payaso. Bolsonaro ridiculiza las cosas que nosotros defendemos y debemos decirlo así, claramente, porque … basta de engañarnos. Sí, tuvimos muchas esperanzas con Bolsonaro, pero nos ha defraudado profundamente. Y si no triunfa Bolsonaro en estas elecciones, ¿quién? ¿Lula (da Silva)? Lula es un ladrón, no nos olvidemos que fue juzgado por jueces dignos y hallado delincuente”.
Finalmente señaló que Uruguay es “la excepción al sombrío panorama de la región” y que el Ecuador de Guillermo Lasso está “muy amenazado por la extrema izquierda”, y por lo tanto “lo que de verdad nos queda es Uruguay, cuyo gobierno está marchando en la dirección correcta y representa el verdadero progreso. Es decir: la situación en América Latina es verdaderamente dramática”.
Es por eso que, dice Mario Vargas Llosa, “Debemos movilizarnos para por lo menos salvar a algunos países latinoamericanos. América Latina va muy mal, pero no está perdida. Depende que nos movilicemos de manera decidida y enérgica, a ver que podemos salvar del autoritarismo y falta de libertad. Debemos salvar este continente”.