La profesora de preescolar explicó que en el inicio de la pandemia jamás imaginó -como todo el mundo- que la emergencia sanitaria duraría tanto a tal grado de que cambiaría la vida en todo el planeta.

Comentó que en su caso, conforme pasaba el tiempo y la pandemia se agudizaba, las labores como madre se privilegiaron debido a que se suspendieron las clases.

Aseguró que en un principio todo se redujo a quedarse en casa y dedicarse al 100 por ciento a las tareas del hogar pero, ante la prolongación del confinamiento y la implementación de las clases virtuales, su vida cambió.

“En mi caso para mi si fue difícil, primero porque indudablemente mi rutina cambio por la cuarentena establecida debido al Covid-19.”

Y es que, aseguró, con las clases virtuales se incrementó el trabajo pues no solo era el estar pendiente de todo lo que conllevaba su tarea de docente, sino también como madre.

“Pareciera que tenía doble turno y fue muy estresante, pues no solo era cumplir con mis tareas educativas y atender a mis alumnos, sino también estar al pendiente de mi hija, que se conectará a clases y enviara sus trabajos en tiempo”, recalcó.

Debido a que vive sola con su hija, expresó que en su labor como madre no recibió el apoyo de familiares y no porque no se quisiera, sino por el miedo al contagio.

“Durante la pandemia no tuve el apoyo de mi madre pues por miedo al contagio, pero ya después que regresamos a clases presenciales si tuve que dejarle a mi hija y ella me apoyo”, manifestó.

Consideró que la pandemia si trajo consigo más trabajo y aunque fue en casa, se multiplicaron las labores, primero como madre y luego como profesora.

Destacó que por fortuna en toda la pandemia no se contagio de Covid-19 lo cual agradece ya que eso hubiera complicado su situación debido a que hubiera tenido que enviar a su hija con sus familiares.

“Si volviéramos a tener que quedarnos, creo que las cosas ya no serían tan duras, pues ya sabemos que hacer en cuanto medidas y en el trabajo ya habría mejor organización”, finalizó la maestra.