No importará si se es rico, pobre, con la mejor chamba del mundo o desempleado, con esta medida el gobierno de Finlandia se perfila para ser el primer país en implementar una renta básica universal.
Para simplificar las cosas en el sistema de seguridad social y combatir la pobreza que amenaza uno de los sistemas económicos más aplaudidos a nivel internacional, legisladores finlandeses estudian seriamente la posibilidad de otorgar mensualmente a todos sus ciudadanos la cantidad de 800 euros, los cuales substituirán otro tipo de subsidios.
La propuesta no será del todo avalada sino hasta noviembre del próximo año, cuando se decida si serán borrados varios beneficios con los que ya cuentan los ciudadanos o si el gobierno entregará el “sueldo” ciudadano a todo mundo…
“Para mí, un ingreso básico significa la simplificación del sistema de seguridad social”, comentó el primer ministro Juha Sipilä.
Como es de esperarse, la medida cuenta con el apoyo de la mayoría de la gente. En una reciente encuesta realizada a los miles de beneficiarios de KELA (como se le conoce a la institución encargada de la Seguridad Social en Finlandia), alrededor del 69% se mostró a favor de implementar esta propuesta.
Aunque a nadie le cae nada mal recibir 800 euros de la nada, la decisión está para pensarse, ya para abarcar a los cerca de 5.4 millones de habitantes con los que cuenta el país europeo, anualmente se gastarían 52.2 billones de euros… alto costo para una economía que desde 2012 no ha podido salir del estado de recesión en el que se encuentra.
Si bien para muchos el hecho de que los ciudadanos reciban dinero de la nada animaría a no trabajar, este proyecto está diseñado para lo contrario: actualmente la gente no se anima a tomar un trabajo si éste es temporal, con baja paga o de medio tiempo, ya que esto les representa obtener menos beneficios sociales… Con la renta básica universal, con la que cubrirían esos beneficios, los finlandeses se podrían dar el “lujo” de aceptar ese tipo de chambas.
Este tipo de medida no es nuevo, ya ha sido implementado en otros lugares, con resultados positivos. En Kenia, durante dos años (2011-2013) las familias ubicadas en zonas marginales recibieron aproximadamente 300 euros al mes… al año, el ingreso de estas familias se incrementó 33% más en comparación con un grupo de control que no recibió la ayuda… además redujeron el hambre y su bienestar psicológico aumentó considerablemente.
A ver cómo les va a los finlandeses.
*Vía ABC, dn.pt, metro co.uk