No hay persona que viva en Iztapalapa y no haya ido al tianguis de la Santa Cruz.
Mejor conocido como “el padre de todos los tianguis” el tianguis de la Santa Cruz, en la delegación Iztapalapa, se erige como uno de los más grandes y de mayor demanda, ya que cada martes miles de comerciantes se instalan a lo largo de toda la avenida seis, la ocho, la diez y la doce y desde la nueve hasta la setenta y uno.
Aquí vienen de todas las delegaciones e incluso del Estado de México y de otras entidades, porque saben que puedes encontrar todo lo imaginable y “ hasta lo no imaginable”.
Por ejemplo unos palos de golf, frascos vacíos de loción, conservas o tequila en diferentes colores, camillas hospitalarias, antigüedades varias, computadoras enteras o en pedazos, llantas especiales para la nieve, casas de campaña, flores de migajón, etc, “es otro mundo” señalan algunos compradores.
Es tan extenso, que es común que te pierdas o ya no sepas donde viste los tenis o la ropa más barata, si en la calle 12 o en la 14, por eso los vendedores gritan: “acá esta lo barato en la calle 12 local 3 a un lado de la tienda”, para que la gente se le grave y regrese.
El tianguis de la Santa Cruz, en la colonia Santa Cruz Meyehualco, “puedes encontrar un par de esquíes, carreola para tu hijo, música, la que quieras y busques”, ¿eres darketo?, aquí encuentra lo que buscas tenemos para todos los gustos, señala Avelino, vendedor de música electrónica quien afirma que los viernes “todos vienen a la Santa Cruz”.
Aunque asegura que lo más moderno es el disco compacto y las USB, “aquí también puedes encontrar acetatos de 45 revoluciones por minuto o LP’s de 33; o desde cassettes o cintas hasta viejísimos cartuchos sesenteros, o los todavía más viejos discos de pasta para fonógrafo, con una canción por lado y un peso considerable”.
“No hay persona que viva en Iztapalapa que no haya venido por lo menos un vez al tianguis de la Santa Cruz”, señalan varios vendedores, quienes además sostienen sin ningún recato que la mercancía en su mayoría es robada o de contrabando, “pero qué importa si la gente la paga”.
Es así que cada martes desde las 6 de la mañana diversos comerciantes comienzan a montar sus puestos que van desde zapatos originales, perfumes de marca, ropa de moda, comida o de micheladas. Es tal la conmoción que causan que el tránsito de la Avenida Ermita es incontrolable, por eso los vecinos salen temprano antes de que les tapen sus entradas y no puedan sacar sus autos.
Para muchos la temporada más pesada es la de Reyes Magos, ya que aseguran Melchor, Gaspar y Baltasar vienen a surtirse de juguetes aquí.
En los últimos años, -asegura Fernando, vendedores de aparatos electrónicos- el auge de los gadgets ha desplazado la venta de juguetes: “ahora lo que mas se vende en Reyes son las pantallas, los videojuegos, las consolas, los Gameboy, y en general, hasta los celulares vuelan en esa fecha”.
Otra característica es que en este tianguis, los pepenadores ofertan los objetos que recolectan de la basura, por lo que es común ver “venta de basura” —así le llaman los propios vendedores-, que no es más montones de zapatos viejos, pilas enormes de corbatas arrugada, montones de radios, televisiones y aparatos electrónicos diversos en completo desorden, rotos y mugrientos pero que son tratados con el máximo cuidado e interés por distintos visitantes que los examinan para luego ofrecer, regatear y a veces comprar.
Entre otras cosas aquí también puedes encontrar: herramienta nueva, china o taiwanesa, muy barata, junto a desarmadores sin mango o serruchos sin dientes, tubos de ensayo y matraces, laptops y decodificadores de señal de TV satelital a precio de ganga. Muebles de baño, láminas, tambos y garrafones de plástico de todos los tamaños.