Esmeralda desapareció el 19 de mayo de 2009 cuando se dirigía a la escuela. Ese día su padre no pudo llevarla como siempre hacía y le pidió que fuera sola. Fue vista por última vez en el centro, justo en el sitio donde hoy su imagen está enmarcada con el interrogante: “¿Sabes qué pasó aquí?”.
Después de pegar miles de carteles en Ciudad Juárez, buscar personalmente a su hija en una zona de prostitución en Ciudad deMéxico y acudir a las autoridades sin resultados, José Luis Castillo y su esposa Martha cambiaron de estrategia: dan charlas de prevención en escuelas.
“Esta es una forma de seguir buscando a nuestra hija. Los jóvenes escuchan de nosotros la historia, ven su rostro y también hacen conciencia de que deben cuidarse”, dice el padre de Esmeralda Castillo Rincón, que desapareció a los 14 años en 2009.
Desde hace dos años el matrimonio, de 55 años de edad, comparte la historia de su hija en escuelas secundarias y preparatorias, principalmente de Ciudad Juárez.
Esta localidad fronteriza con Estados Unidos, que ha sufrido cientos de desapariciones y asesinatos de mujeres en las últimas décadas, es una de las ciudades que visitará el Papa Francisco en un viaje a México del 12 al 17 de febrero.
Por invitación de padres, asociaciones o incluso directivos de las escuelas, el matrimonio se presenta en colegios ante jovencitos de 13 a 15 años. Al tenerles enfrente y escucharlos, los muchachos dejan atrás el murmullo para prestarles atención.
A medida que José Luis y su esposa Martha narran su sufrimiento, en algunos brotan las lágrimas. Esmeralda desapareció el 19 de mayo de 2009 cuando se dirigía a la escuela. Ese día su padre no pudo llevarla como siempre hacía y le pidió que fuera sola.
Fue vista por última vez en el centro de Ciudad Juárez justo en el sitio donde hoy su imagen está enmarcada con el interrogante “¿Sabes qué pasó aquí?”, como parte de una campaña para dar a conocer la desaparición de mujeres en la ciudad y la forma en que ocurrieron.
“Ya no nos dejaron pegar pesquisas (avisos), porque afean la ciudad, y entonces en un anuncio más bonito estamos poniendo la imagen de nuestras hijas. No vamos a dejar de buscarlas”, refiere Castillo.
Para ellos, buscar a Esmeralda y evitar que ocurran casos similares es su diario vivir. Con ayuda de fundaciones internacionales, lograron la impresión de cómics preventivos, que reparten durante las charlas.
En los folletos se narra la desaparición de tres jovencitas de esta localidad y se presentan medidas preventivas tanto para hombres como para mujeres.
Aunque las charlas se dan sobre todo en Ciudad Juárez, los padres de Esmeralda, que forman parte del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, se han presentado en otros sitios de México como Chiapas, el Estado de México o la capital.
“Yo ya solo tenía tres caminos y eran llorar, gritar en la Fiscalía y prevenir. Yo decido prevenir, no quiero que ninguna otra jovencita o jovencito pase lo que mi hija”, afirma el padre.
Según señalan, las autoridades locales se han limitado a escuchar sin atender sus peticiones, la exigencia de justicia sigue sin ser contestada y el apoyo para la búsqueda es nulo.
En 2013 se localizaron en el arroyo del Navajo restos humanos. Casi dos años después se les informó que uno de esos restos -un fragmento de tobillo- pertenecía a su hija. Sin embargo, para ellos eso no significa que Esmeralda esté muerta y esperan un segundo análisis de ADN.
“Tengo esperanza y tengo fe en Dios de que la vamos a encontrar. La Fiscalía nos entregó el resto de un tobillo que supuestamente es de Esmeralda pero a mí eso sólo me hace pensar que mi hija puede estar sin una pierna pero no muerta”, señala Castillo.
Esa esperanza le hace creer que un día alguna de las personas que escuchan la historia y ven el retrato de Esmeralda la reconocerá y le ayudará en su regreso al hogar.
Desde finales de 2011 a mediados de 2013 en diferentes partes de la sierra cercana al arroyo del Navajo se hallaron restos de 24 mujeres en diferentes búsquedas.
El 28 de enero la joven cumpliría 21 años. Su familia trabaja en un retrato progresivo para difundir ese día la imagen que tendría actualmente, de estar viva.
Mientras, están a la espera de que la Procuraduría General de la República (fiscalía general) recoja el resto de tobillo para el segundo análisis de ADN y para hacer después ellos otro por su cuenta.
El matrimonio lleva 28 años viviendo en la colonia del Carmen. Sus vecinos saben de su tragedia, pero ellos a su vez conocen la de otros: la familia de Perla Ivonne Aguirre González, encontrada en el Arroyo del Navajo, es su vecina.
Fuente : Sin Embargo