Así padecen mujeres embarazadas la falta de hospital en Cuajimalpa, a un año de la explosión

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Las embarazadas a las que correspondía ir al Materno Infantil de Cuajimalpa deben trasladarse grandes distancias hasta el centro más cercano.

El día que nació su bebé, el 19 de octubre de 2015, Sara Maldonado tenía previsto dar a luz en el Hospital Materno Infantil de la delegación Magdalena Contreras, al que la habían enviado las autoridades de salud de la Ciudad de México. Sin embargo, sus planes se vieron frenados por el tráfico que encontró desde que salió de su casa, ubicada en la delegación Cuajimalpa.

Mientras sufría los dolores de las contracciones, el auto que conducía un amigo cruzó la carretera México-Toluca, la zona de Santa Fe y avenida Centenario, hasta que la mujer, de 18 años, no pudo más.

Cuando llevaban ya más de dos horas de camino, decidieron quedarse en el Hospital Enrique Cabrera, a 10 kilómetros de Cuajimalpa, en la delegación Álvaro Obregón. Ahí recibieron a Sara en el área de urgencias, y pocos minutos después, cerca de las 4:40 de la tarde, le entregaron a su bebé.

 

Hospital_Materno-Infantil_Cuajimalpa (1)

“Fue lo mejor”, dice la mujer, quien habría tardado mucho más tiempo en llegar al Hospital Materno Infantil de la Magdalena Contreras porque, si un conductor no tiene tag para usar la Supervía Poniente, de cuota, debe bajar a Periférico y luego volver a subir por avenida Luis Cabrera.

Sara ejemplifica las dificultades que padecen las mujeres de escasos recursos de Cuajimalpa a quienes el gobierno capitalino ha enviado a otros centros médicos, luego de la explosión que hace un año acabó con el Hospital Materno Infantil de esa delegación.

Tras el siniestro, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, prometió que el lugar sería reconstruido en un año, pero a la fecha la obra no ha comenzado. Mientras tanto, la Secretaría de Salud local (Sedesa) envía a sus pacientes embarazadas de sus centros de salud al Hospital Enrique Cabrera o al de la Magdalena Contreras, los más cercanos.

Sin embargo, según testimonios y recorridos realizados, hacer esos trayectos lestoma de dos a tres horas, cuando el recorrido al que estaba en Cuajimalpa era de entre 15 y 20 minutos.

El tiempo varía de acuerdo con la hora del día y el transporte utilizado. Si es hora pico, lo estrecho de las vías y el congestionamiento de Santa Fe complican el paso. Si se viaja en transporte público, hay que tomar tres autobuses. Y si se intenta tomar un taxi, hay choferes que niegan el servicio si ven que la mujer está a punto de dar a luz, cuenta Verónica Arizpe.

Al respecto, Máspormás solicitó entrevista con la Sedesa para saber si se brinda o dará algún tipo de apoyo a las embarazadas en esta situación, pero la dependencia no respondió antes del cierre de edición.

Población sensible

Según datos de 2012 de la propia Sedesa, Cuajimalpa es la delegación con el mayor índice de muertes maternas por cada 100 mil nacimientos. También es una de las delegaciones con mayor ritmo de crecimiento poblacional y donde la dependencia capitalina atiende a 87% de los pacientes.

Mujeres entrevistadas dicen que ahora, con su canalización a otros hospitales, también padecen problemas como falta de camas y camillas y que a algunas las hagan esperar de pie. En el caso del Hospital Enrique Cabrera, absorber a quienes iban al de Cuajimalpa implica una carga de trabajo adicional de 40%, según un cálculo con base en el Plan de Trabajo 2015 de la Sedesa.

Mujeres en riesgo

De acuerdo con los estándares internacionales del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), las mujeres que necesitan servicios de maternidad no deberían tener ningún problema para acceder a un establecimiento sanitario.

Marisol Escudero, abogada de la organización Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), señala sobre el tema que la explosión en el hospital de Cuajimalpa no debe ser un pretexto para que el GDF orille a las mujeres a trasladarse hasta dos horas en condiciones pésimas de transporte para tener a su bebé.

La especialista considera que esto representa un acto de violencia obstétrica contra las mujeres de escasos recursos de Cuajimalpa, pues la distancia que deben viajar las pone en riesgo a ellas y a sus hijos y está limitando el acceso fácil y seguro a los servicios de salud pública para el momento del parto, el cual requiere una atención lo más inmediata posible.

“El Estado debió considerar los aspectos del tráfico en la zona para poder brindar los servicios de salud y encontrar la manera de no poner en riesgo a las mamás al viajar una o dos horas al hospital más cercano”, dice.

En tanto el nuevo hospital de Cuajimalpa queda construido y empieza a funcionar o el GDF lanza más medidas de apoyo para las embarazadas de la delegación, la mayoría de ellas tendrá que seguir haciendo largos recorridos para atenderse y dar a luz.

Riesgos

Especialistas explican por qué razones las mujeres embarazadas deben contar con servicios de salud cerca de sus casas:

  • Por su condición, recorrer grandes distancias pone en riesgo su salud, en especial durante las últimas semanas de gestación. Hacerlo puede llevar a que sufran problemas y complicaciones como parto espontáneo.
  • Marisol Escudero, de la organización civil GIRE, dice que el Estado está obligado a garantizar que este sector de la población tenga acceso a servicios de salud sin ponerse en riesgo.
  • En la Ciudad de México, la principal causa de mortalidad materna son las muertes obstétricas directas, derivadas de hemorragias o infecciones.
  • En el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la causa más frecuente de muertes maternas es la hemorragia grave. Este problema puede ocurrir incluso en el posparto y matar a una mujer sana en un periodo de dos semanas.
  • Con la explosión en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa hace un año, la delegación se quedó sin hospitales, ni de tipo general ni de especialidad.

El 29 de enero de 2015, una fuga de gas en la manguera de una pipa que abastecía al Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa causó una explosión en el edificio, cinco muertos y decenas de heridos. El jefe del GDF, Miguel Ángel Mancera, dijo entonces que la reconstrucción tomaría un año. Sin embargo, el GDF apenas comenzó los estudios de suelo para determinar qué tipo de cimentación se necesitará. El nuevo hospital será general y tendrá 72 camas, laboratorio y áreas de urgencias y terapia intensiva.

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