Los brujos de Catemaco dicen haber atendido a expresidentes, exgobernadores, senadores, diputados federales, locales y demás.
El primer viernes de cada mes de marzo en México se desatan los demonios, ya que a las doce horas, chamanes, brujos, adivinos, curanderos y santeros, invocan a los demonios para pedir favores, renovar pactos y celebrar misas negras, es el Día de la Brujería.
Fecha poco conocida más que por los propios brujos, que en su mayoría viajan a Catemaco, Veracruz para un encuentro de medianoche, donde lo inanimado cobra vida y lo irreal se vuelve real.
En nuestro país el Día de la Brujería fue instaurado por brujos de Catemaco, quienes ofrecen rituales con sacrificios de cabras y gallinas en honor a sus dioses, y retomando rituales antiguos donde los sacrificios se hacían con corazones de humano.
La mayoría de los brujos llevan a cabo sus rituales en lugares secretos, sin la intromisión de la gente, pero cada año en la explanada del municipio se lleva a cabo un ritual chamánico donde participa el público.
Para los brujos, la estrella de David es considerada benéfica por el brujo blanco, pues quienes usan la de cinco picos o pentagrama lo hacen para convocar al mal y llamar al demonio.
En este ritual, el brujo mayor comienza ordenando que se encienda el fuego y todo adquiere otro matiz y dimensión, así como la sensación de encuentro con lo desconocido. El mayor asombro es cuando se enciende la estrella de seis picos.
Según la tradición los rituales abren las puertas de “El Encanto”, en donde está el Señor del Encanto, a quien le rinde cuentas por lo realizado durante el año y se le pide la purificación de su alma para seguir ayudando a la gente a liberarse de sus males.
Esto permite liberar energías que pueden usar tanto brujos blancos como negros. Esto sólo se permite cada primer viernes de marzo, día idóneo para hacer limpias espirituales, curaciones de casas, negocios, bienes materiales, trabajos especiales, etcetera.
Hasta este lugar llega gente de todo tipo, entre los que se cuentan políticos, quienes piden ayuda con alguna obra o ritual para fines diversos, como quitarse estorbos del camino, tener poder y abrirse camino en la vida política.
Otros piden amuletos para la buena suerte y protecciones pues temen que puedan ser objeto de algún atentado.
Los brujos de Catemaco señalan que han atendido a ex presidentes, ex gobernadores, senadores, diputados federales, locales y demás, el mundo de la política en Veracruz y México es muy afecto a buscar el apoyo de la magia blanca o negra para “limpiar sus caminos” y “hacerse de buenas y jugosas fortunas”.