Los cambios en el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, entre los cuales se encuentra el limitar la velocidad de automotores en vialidades principales y permitir la circulación de automotores con más de ocho años de antigüedad, han contribuido a detonar la contaminación en la urbe y zona metropolitana. Por su parte, las empresas mexiquenses han intensificado desde hace años las medidas para reducir emisiones contaminantes, consideró Francisco Cuevas Dobarganes, vocero de la Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM).
Detalló que los agremiados de la Unión comenzaron hace seis años a implementar acciones para disminuir la contaminación del aire y del agua, así como para lograr la disminución en la producción de residuos sólidos y la emisión de ruido. Estas acciones han permitido a diversas empresas obtener certificados como el de Empresa Socialmente Responsable o Industria Limpia, tanto en el ámbito estatal como en el federal.
“Las acciones que han llevado a cabo las empresas afiliadas a UNIDEM son instalación de filtros, utilización de productos de limpieza más amigables con el medio ambiente, disminución en el consumo de combustibles fósiles e instalación de plantas de tratamiento de agua. Por otro lado, ha aumentado en el número de unidades de reparto que utilizan gas LP o electricidad para desplazarse”, agregó el representante de la agrupación industrial.
La Unión Industrial en conjunto con SEMARNAT, han impartido en ocho ocasiones Cursos de Liderazgo Ambiental con objeto de que sus empresas desarrollen proyectos para reducir emisiones y al mismo tiempo obtengan ahorros en costos y gastos para sus empresas, lo cual genera beneficios ambientales y las hace más competitivas.
La UNIDEM considera que el Gobierno de la Ciudad de México ha tomado dos medidas que han contribuido a detonar las emisiones contaminantes al medio ambiente: la primera, el permitir la circulación de unidades con más de ocho años de antigüedad con la condición de que aprueben los controles de verificación vehicular, sin garantías de que se encuentren en condiciones mecánicas adecuadas.
La segunda ha sido limitar la velocidad máxima de circulación de los automóviles en la Ciudad de México, hecho que ha contribuido a detonar las emisiones, pues en los ejes viales, en horas no pico, se llegan a producir al menos dos paradas por kilómetro debido a los semáforos, cuando antes era sólo una, explicó Cuevas Dobarganes.
“En su momento, advertimos que manejar a velocidades de 50 kilómetros por hora en vialidades primarias, ocasionaría asentamientos vehiculares que a su vez, generarían contaminación, ya que el arranque de los autos provoca mucha contaminación. Los costos por el daño a la salud ocasionado por la contaminación, pueden ser mucho mayores que los beneficios que traería a la seguridad de los ciudadanos por el hecho de que los conductores se vean obligados a disminuir la velocidad”, consideró el vocero de UNIDEM.
