Fue sorprendido por la muerte en Ginebra, ciudad suiza que sirvió como su hogar durante sus tres últimos meses de vida
Hace poco más de un siglo, cuando las máquinas apenas comenzaban a invadir los espacios antaño utilizados por seres humanos, nació, al sur del continente, una de las mentes literarias más brillantes en la historia de América; uno de los puños más influyentes y con mayor reconocimiento a nivel mundial de todos los tiempos.
Jorge Luis Borges, considerado por muchos expertos como el escritor más importante del siglo XX llegó al mundo durante el último año del siglo XIX en la sureña ciudad de Buenos Aires, destacada por ser cuna de otros grandes literatos, como Adolfo Bioy Casares o Roberto Arlt.
Comúnmente quienes han estudiado o leído ocasionalmente alguna de sus obras refieren que se trata del autor latinoamericano más original e imaginativo. Incluso algunos especialistas consideran a Borges como el padre intelectual del realismo mágico, institucionalizado finalmente por Gabriel García Márquez a mediados del siglo pasado.
El genio
Resulta complicado, por no decir prácticamente imposible, limitar la obra de Borges a un solo género o a una sola corriente literaria. Lo único tangible y uniforme de esta legendaria pluma es la enorme cualidad imaginativa que imprimió a cada uno de sus escritos, mezclada con la notable capacidad de síntesis con que puso al alcance casi de cualquiera temas tan abstractos como las letras germánicas, por ejemplo.
“Poeta, cuentista, ensayista, filósofo… pensador” son las palabras que asoman por la mente de Mariana Orantes, experta en letras hispánicas y quien dedicó una tesis al estudio de la obra de Jorge Luis Borges, a quien considera como principal referente de la literatura latinoamericana de todos los tiempos.
“La de Borges fue una mente no solamente brillante. El argentino fue un genio, no solo por ser el autor de grandes obras propias, sino por la capacidad que tuvo de leer otras culturas e interpretarlas, para luego escribir hermosos libros basados en esas obras”, dijo la especialista, haciendo referencia al laureado Literaturas Germánicas Medievales.
Este tipo de obras, considera Orantes García, pusieron al sudamericano en un escalón por encima del resto del gremio contemporáneo. Gracias a esta característica, la también escritora define a Borges Acevedo como un “divulgador de la literatura”. Uno de los únicos que han nacido de la cultura latina.
A pesar de los múltiples reconocimientos que recibió a lo largo de su extensa carrera, Jorge Luis nunca fue galardonado con el prestigiado premio Nobel de Literatura. Se cree que se debe, principalmente, a las radicales posturas políticas que adoptó durante su vida, siendo uno de los principales críticos del régimen argentino que sembró de muerte al país andino durante la segunda mitad del siglo XX.
Su estilo
Actualmente, a través de las redes sociales han circulado infinidad de imágenes con supuestas frases del argentino, con lo que el autor ha cobrado mayor fama. Letra Roja recapituló algunas líneas, que reflejan perfectamente el estilo y la profundidad que Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo imprimió a cada uno de sus escritos.
La primera frescura del otoño, después de la opresión del verano, era como un símbolo natural de su destino rescatado de la muerte y la fiebre. La ciudad, a las siete de la mañana, no había perdido ese aire de casa vieja que le infunde la noche; las calles eran como largos zaguanes, las plazas como patios.
· Extracto de El sur, uno de los cuentos más representativos del sudamericano
Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
[…]
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
· Fragmento del multicitado poema Los justos del autor argentino.
