Agustín Miranda fingía un acento provinciano.
“Ya me pelé dos veces, voy por la tercera”, advirtió el reo Agustín Mirandaquien se escapó del Reclusorio Oriente el 30 de mayo.
Así lo revelaron a Reforma funcionarios de la Procuraduría capitalina, quienes detallaron que la tarde que huyó tomó un taxi, haciéndose pasar como visitante de provincia, y se citó afuera del hotel Vista Alegre, en San Simón Tolnáhuac, Cuauhtémoc, con su esposa Irma Porras.
En el local, registró con un nombre falso y pagó 190 pesos por una habitación sencilla. Desde que llegó, todos los días hablaba por teléfono con su esposa, quien también está bajo investigación, incluso lo hacía el día que se le detuvo sobre Prolongación Zaragoza.
Se detalló que los policías habían hecho ya un cerco virtual y localizaron el sitio desde donde llamaba. Se le detuvo en el momento en que regresaba al inmueble.
No opuso resistencia, y a los agentes les comentó sobre Roberto Sánchez Ramírez, “El Fugas”, su cómplice en el escape: “al otro ya no lo agarran”.
Agustín Miranda indicó que pagó a funcionarios para que lo ayudaran, pero no quiso señalar a ninguno por temor a ser asesinado.
El fugado comenzó a hacer una vida normal, que hasta en una ocasión salió del hotel y fue al cine con su esposa. Un empleado del hotel dijo que fingía un acento provinciano.
“Yo me enteré por las noticias, él nomás bajaba a la hora del check in, que es a las 13:00 horas, y renovaba su estancia… no hacía escándalo ni nadie vino a verlo”, aseguró a Reforma.
