¿Sabes quién lo perfeccionó?
Es bien sabido que los ojos “son el espejo del alma” y por ello es elemental tener siempre una mirada viva y estilizada que se logra con un aliado infalible: el rímel o la máscara de pestañas, pero ¿sabes a quién se le ocurrió este invento o cómo nació?
Hombres y mujeres conocen la “magia” que este producto hace para resaltar nuestra apariencia y por ello a través de décadas las fórmulas y cepillos de esta herramienta se mejoran. Los podemos encontrar de colores, texturas e incluso con fórmulas que mejoran la salud de nuestras pestañas.
Los hay hechos de ceras animales y vegetales, parafinas, pigmentos y fijadores; de marcas de lujo o artesanales, pero no cabe duda que es un indispensable para todas y todos aquellos que quieren definir y realzar su mirada.
Por ello, Letra Roja te comparte algunos datos sobre este aliado de la belleza.
1.- La máscara de pestaña o rímel debe su nombre a su creador el francés Eugene Rimmel, considerado un pionero en la industria de la belleza, quien inventó este producto a mediados del siglo XIX. Inventó una cajita en la que había una pasta hecha de carbón y vaselina y un pequeño cepillo.
2.- Desde el año 4000 a.C los egipcios ya utilizaban maquillaje llamado “Kejel” (que todavía se usa) para las cejas, ojos y pestañas, difunde Discovery Latinoamérica.
3.- Del otro lado del mundo, el estadounidense T.L Williams también inventó un tipo de máscara de pestañas en 1913, en demanda de su hermana Mabel, quien se quemó las pestañas y cejas en los fogones de la cocina. Fue así que la familia fundó Maybell Labioratories, la famosa Maybelline.
4.- Helena Rubinstein innovó en el mercado de la cosmética, para ser exactos en 1957, dejando atrás el emplasto de vaselina con carbón por una loción cremosa dentro de un pequeño tubo. Llamó a su invento “Mascara- Matic”. También inventó el rímel a prueba de agua, destaca Harpers Bazaar.
5.- H.Couture Beauty lanzó el rímel más caro del mundo, se trataba de una máscara a prueba de agua que venía en un recipiente decorado con más de mil cristales de Swaroski y tenía la tapa chapada en oro de 18K. Con el rímel venían repuestos para no tirar tan preciado recipiente a la basura. Costaba 589 dólares, unos 11 mil pesos mexicanos.
6.- Los hay a prueba de agua, con diferentes minerales, para alargar, para que crezcan, para engrosar, de colores, y marcas en el mercado de la belleza, lo que lo hace el cosmético más vendido en el mundo.
