Historia de una violación en Tultitlán

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Gerardo se levantó de su cama y empezó a tocar a Anetth, empezó por la espalda y luego tocó sus pechos

Anetth tiene 13 años y estudia la secundaria en Tultitlán. Sus padres están separados desde hace unos años y luego de algunas demandas, su madre se quedó con su custodia. Un amigo de su padrastro la violó y guardó silencio por miedo a represalias.

Hace unos dos su padre, Mario Alejandro Serano Franco acudió al DIF para meter la pensión alimenticia y que le permitieran ver a sus hijos, pero la madre, María Hortensia Campos Castro no lo permitió.

En aquella demanda, Hotensia inventó que Mario se había ido de la casa, cuando fue ella la que dejó el hogar. Ella llenó de mentiras el expediente e incluso aseguró que no tenía dinero para que saliera a su favor.

Todo esto aunque Hortensia cobra una pensión en el ejército que le dejó su padre desde hace más de 20 años. Y aunque sólo era válida en su tiempo de soltera, acude a Ecatepec para sacar documentos falsos y le den la pensión, a pesar de que ya tiene tres hijos.

La demanda de pensión derivó en un alejamiento de los padres, ya que Mario depositó el primer mes como lo había ordenado el juez, pero cuando acudió a ver a sus hijos no se lo permitieron. Desde ahí la relación se rompió. “Creo que cometí un error enorme, porque dejé de verlos y también de darles dinero” asegura Mario.

—— El amigo del padrastro —-

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Anetth vivía con su madre, su hermano y Salvador, la pareja de su mamá.

El pasado 7 de julio, llegó un amigo de Salvador a la casa. Se quedaría ahí por dos días para le ayudaran a arreglar unas placas para su camioneta con una señora que Hortensia -la madre- conocía. Él quería que las pasaran de Veracruz al Estado de México.

En el cuarto donde se quedó Gerardo Marín –amigo de Salvador- y los niños había una litera, pero decicieron dejarla en dos camas separadas. Esa noche, como si supieran lo que iba a pasar, Hortensia y Salvador se fueron de la casa. Anetth y Alexander estaban dormidos en una cama y Gerardo en la otra.

Entrada la noche, Gerardo se levantó de su cama y empezó a tocar a Anetth, empezó por la espalda y luego tocó sus pechos. La menor se espantó y le dijo que no la tocara porque se iba a enojar.

“Me dijo que no me iba a pasar nada, me tomó del brazo y me levantó de la cama. Me aventó a la cama donde él estaba dormido y fue a asomarse si todavía no llegaba mi mamá y Salvador” cuenta la víctima.

Un minuto después regresó al cuarto, se bajó el pantalón y el bóxer. “Me dijo que me bajara los pantalones y yo le dije que no, que yo sabía que era casado y que tenía hijos. Me contestó que eso me valía madres. No le importó y me los bajó”.

Gerardo le tapó la boca y ella lo mordió, pero la segunda vez lo hizo con más fuerza y ya no pudo hacer nada.  La puso boca abajo y le agarró las manos por detrás de la espalda.

Aunque su hermano dormía en la cama de al lado, Anneth se puso a llorar cuando Gerardo la empezó a penetrar. Y ella asegura que fueron muchos minutos, calcula 30.

Gerardo no eyaculó dentro de Anneth, cuando iba a terminar se salió corriendo al baño. La menor se subió los pantalones, y llorando abrazó a su hermano hasta quedarse dormida.

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—— Madre sin tiempo y padrastro golpeador —-

Hortensia y Salvador llegaron como a las 5 de la mañana. Nadie se enteró de lo que pasó esa noche. Anetth decidió no decirle nada a su mamá porque Gerardo la amenazó, le dijo que si decía algo, le pasaría lo mismo a su hermano.

Anneth no le comentó nada a su mamá, entre otras cosas porque no tiene confianza de hablar de esos temas. Pero cuando intentó decirle a su padrastro, le dijo que luego le contara.

“Salvador es bipolar, siempre me pegaba. Una vez me dijo que le lavara sus pantalones, y yo dije que no, que no era mi obligación y me dijo que si no lo hacía me iba a pegar con el cinturón hasta que se hiciera pedazos”.

Aunque Hortensia era testigo de estas agresiones, nunca le dijo nada a Salvador. De hecho ella también sufría violencia doméstica.

—— La fuga y la tranquilidad —–

Hace unos días, cansada de los maltratos y de ocultar lo que le había pasado Anetth decidió salirse de su casa. Se fue a casa de su tía Miroslava, esposa del hermano de su papá y le pidió ayuda.

En ese momento la tía no tenía con quién dejar a sus hijos por lo que le pidió a una vecina de nombre Sara que si la podía llevar con su papá.

Mario -padre de la víctima-, comenta a Letra Roja que él estaba en su casa cuando recibió la llamada de Sara. “Me dijo que mi hija estaba pidiendo auxilio a gritos. Que ya no quería estar en su casa”.

Se quedaron de ver en una estación del Metrobús y de ahí fueron al Ministerio Público de Tultitlán. Donde le dijeron que no podían levantar una denuncia porque no era de su competencia y lo mandaron al Centro de Justicia para la mujer que está en Cuautitlán.

El pasado domingo, a las 9 de la mañana Mario y Anetth llegaron al Centro de Justicia. “Tomaron mi declaración y la de mi hija y le mandaron a hacer unos estudios con un ginecólogo”.

El doctor confirmó la terrible noticia Anetth fue violada y presentaba un desgarre vaginal.

Mario se llenó de furia e incluso pensó en ir a buscar al hombre que violó a su hija, pero un policía estatal le dijo que no serviría de mucho, pues aunque fueran por él, si no tenían una carpeta bien hecha, los derechos humanos protegen al agresor y en menos de dos días estaría libre.

Lo peor de todo es que la madre de la menor, no buscó a su hija hasta unos días después. Y no habló con Mario para preguntar por ella, sino para amenazarlo.

Le dijo que Anetth estaba mintiendo, que ella ya había hablado con Gerardo y que aseguraba que era mentira. Aunque Mario asegura que lo único que hizo fue ponerlo en aviso. “Me dijo que se las iba a pagar todas y que me iba a dejar sin un centavo”.

En la demanda por la pensión, Hortensia le dijo a Mario que tenía una amiga de nombre Patricia que había trabajado con Ernesto Zedillo y que además tenía un hijo de Enrique Peña Nieto, que era muy influyente y que ella la iba a ayudar.

A pesar de eso, Mario decidió confiar en la justicia y aunque hasta este momento no tiene abogado, espera que se pueda hacer algo y que castiguen al agresor de su hija.

FUENTE : LETRA ROJA

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