La alimentación es uno de los rubros en los que existe una mayor desigualdad en los hogares mexicanos, debido a la precarización económica, pues se encuentra ligada a la salud y a los niveles socioculturales de los mexicanos, sostuvo en la Universidad Autónoma del Estado de México, la especialista Dania Delgadillo Villavicencio, al dictar la Conferencia “La construcción social del hambre”.
En el marco del Primer Coloquio de Investigación “Metodologías y Estrategias Investigativas”, que se llevó a cabo como parte de las actividades de la Red de Investigadores “Construcción social del bienestar”, en la cual participan expertos de la Universidad Autónoma del Estado de México y la Universidad de Colima, la investigadora colimense indicó que según cifras del Consejo Nacional de Evaluación y Política del Desarrollo Social, el acceso a la alimentación se ubicó como la segunda privación social que más afecta a la población mexicana, con 27.4 millones de personas, es decir, la cuarta parte del país.
Delgadillo Villavicencio explicó que desde una perspectiva sociológica, el hambre puede entenderse como un asunto de injusticia social y significa tener o no el acceso a los alimentos.
La especialista detalló que la pobreza es un tema prioritario e inquietante para México, pues la discusión sobre las causas y consecuencias del fenómeno de la alimentación es preocupante para gobiernos, organizaciones internacionales e instituciones.
Comentó que en México la pobreza alimentaria puede ser entendida como una situación social en la que el sujeto no tiene acceso a los alimentos de forma segura, debido a la falta de ingresos, y su dieta alimentaria en promedio es una comida al día; ante ello, opinó que trabajar la pobreza alimentaria supone intervenir en una serie de dimensiones que hacen posible la alimentación o seguridad alimentaria y nutricional.
En nuestro país, dijo Dania Delgadillo Villavicencio, las políticas alimentarias han formado parte de los programas de desarrollo y han respondido a coyunturas ambientales, económicas y políticas, aunque la cobertura de los programas sociales se ha incrementado debido a las políticas inclusivas que el Estado ha incorporado, aún no se han erradicado por completo estas brechas de desigualdad.
FUENTE : ALFA DIARIO