Los problemas de Samsung con el Galaxy Note 7 no parecen tener fin, incluso después de la masiva campaña de recogida y reemplazo que la empresa coreana ha tenido que realizar en las últimas semanas. A los casos de sobrecalentamiento que tienen algunas de las nuevas unidades, supuestamente revisadas por la empresa, se suma hoy la combustión de un terminal en un vuelo de la aerolínea estadounidense Southwest que cubría la ruta entre las ciudades de Louisville y Baltimore.
El teléfono era una de las unidades reemplazadas por Samsung en los últimos días, que se distinguen por tener en la caja una etiqueta negra identificativa y un icono de batería de un color diferente. En declaraciones a la web The Verge, su dueño, Brian Green, ha asegurado que recibió esta unidad supuestamente libre de defectos a finales del mes de septiembre de manos de la operadora AT&T.
Al comenzar la preparación de cabina para el despegue, la tripulación solicitó al pasaje que apagaran los terminales como medida de precaución. Según Green, a los pocos minutos de apagar lo el Note 7 emitió un ruido extraño y comenzó a soltar un humo verdoso. Dejó el móvil en el suelo y avisó inmediatamente a un asistente de vuelo, que ordenó el desalojo de la cabina.