A “HUEVAZOS” E INSULTOS EXPULSAN AL ANTORCHISTA BRASIL ACOSTA DE COATLINCHAN

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A “huevazos” e insultos fue expulsado del pueblo de Coatlinchan el líder de Antorcha Campesina, Brasil Acosta Peña, a quien acusaron de “invasor” y de “engañar a la gente con una falsa doctrina política”.

El también ex candidato del PRI a la alcaldía de Texcoco, fue sacado en una patrulla estatal, resguardado por policías municipales que contenían a la gente que exigían su salida.

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Pero no se pudo escapar de los huevos que le aventaron los vecinos y de las rechiflas, a pesar de que era protegido por unos cuatro policías estatales que lo resguardaron de la salida del salón donde presidía una reunión política a una patrulla.

“¡Fuera, fuera, fuera!” gritaba un grupo de vecinos azuzados por las autoridades municipales de Coatlinchan se concentraron afuera de un salón de eventos sociales que se encontraba en plaza principal frente al Tlaloc.

La reunión de Brasil Acosta y sus seguidores se hacía de manera tranquila en el interior del salón, ya que trataban el tema del 24 aniversario de esa organización política en Texcoco, cuando afuera se empezaron a concentrar vecinos y las autoridades auxiliares que con un altavoz exigían la salida de Brasil Acosta y sus simpatizantes.

En el interior del salón se trató de mantener la calma, pero algunas mujeres se pusieron nerviosas porque pensaron que entrarían a agredrirlas.

Sin embargo, los vecinos de Coatlinchan no ingresaron al salón y únicamente se concentraron afuera, para gritar en contra de los antorchistas; asimismo, policías municipales de Texcoco, colocaron una valla humana para evitar que los vecinos no pasaran hacia el salón.

Desde atrás, algunos vecinos aventaban objetos y otros gritaban en contra de los antorchistas.

El momento más tenso fue cuando Brasil Acosta salió protegido por policías estatales, así como por municipales, ya que aumentaron los huevazos y las agresiones verbales.

Los antorchistas que estaban en el interior del salón, salieron poco a poco y sólo tuvieron que aguantar los insultos verbales.

Luego, los vecinos bajaron del salón de eventos una manta de los antorchistas como símbolo de que los pudieron expulsar de la comunidad.

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