Ted Richards de 57 años es un hombre que ama tanto a los loros que decidió invertir casi todo el dinero de su pensión para convertirse en uno de ellos.
El llamado “loro humano” se colocó cuernos, se tatuó la lengua, los ojos y casi todo el cuerpo con los colores y dibujos de plumas. Incluso se cortó las orejas y está pensando en cambiarse el nombre a Ted Parrotman (hombre loro) Richards.
Y pretende operarse la nariz para que sea como un pico.
Con información de Upsocl.