Melania Trump, esposa del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha hecho este jueves campaña por primera vez con un discurso en el que se enorgulleció de su carácter de inmigrante y se ha comprometido a trabajar como “defensora de las mujeres y los niños” si llega a ser primera dama.
Cinco días antes de las elecciones en EEUU, la exmodelo de origen esloveno, que se había mantenido en silencio desde su aparición en la convención republicana en julio, ha entrado en campaña con una intervención llena de referencias a los valores familiares.
“La gente me pregunta a menudo, ¿qué tipo de primera dama serías? Sería un privilegio poder servir a nuestro país”, ha dicho Melania Trump en la pequeña localidad de unos 3.500 habitantes de Berwyn, en el estado clave de Pensilvania.