El pasado lunes dijo adiós a su público de la Arena Puebla, y este viernes será la despedida definitiva del “joven maravilla” Máscara Dorada en la Catedral de la Lucha Libre, la Arena México. Dirá adiós en la lucha semifinal teniendo como compañeros a su paisano Atlantis con quien obtuviera el trofeo a la mejor escuela; además del implacable Diamante Azul para enfrentar a la leyenda Negro Casas, al luchador más rápido de la lucha, Felino y al Bárbaro Cavernario con quien llegó a tener fuertes diferencias hace unos meses.

El tapatío supo desde un inicio lo que quería, hacia donde iba y cómo tenía que hacerlo. Un hombre muy callado a diferencia del resto, pero siempre disciplinado. No se conformó con haber pisado el ring en Guadalajara donde obtuvo varios triunfos, aún faltaba mucho por hacer y se arriesgó a la conquista de la Ciudad de México.

Una vez en la capital mexicana, las cosas no le fueron fácil; y alejado de su familia, le tendieron la mano, pero siempre estuvo al pendiente de las oportunidades. Por primera vez, un Pequeño Estrella (Mascarita Dorada) apadrinaba a un luchador de estatura normal y el público vio con buenos ojos la transformación de Metalik a Mascara Dorada.

Para algunos, su estilo podía ser muy similar al de otros, pues hay que recordar que la lucha aérea gustaba a los aficionados, por lo que no pasó mucho tiempo en que sorprendiera al público con arriesgadas ejecuciones. Precisamente ese estilo llamó la atención de los exigentes aficionados que poco a poco comenzaban a identificarlo.

Una carrera llena de esfuerzo, de constancia y supo aprovechar cada una de las oportunidades, los campeonatos fueron frecuentes y logró obtener al mismo tiempo cuatro títulos; el mundial welter del CMLL, el mundial super ligero del CMLL, así como el mundial y nacional de tríos. En dos ocasiones ganó el torneo de las Escuelas demostrando que la de Jalisco tenía el dominio.

En la New Japan se presentó en el 2010 y de inmediato asombró a los orientales quienes años más tarde lo tuvieron trabajando por un año, tiempo en el que fue mejorando su estilo y el cual, le abrió las puertas a la empresa estadounidense que hoy lo contrata.

Se espera que muchos luchadores y compañeros le den la despedida y le deseen mucho éxito en la nueva etapa que emprenderá la promesa y orgullo tapatío que ha sorprendido en últimas fechas al mundo de la lucha libre con la oportunidad que está teniendo en la Unión Americana.