El zoológico de Buenos Aires, en plena transformación a un ecoparque, puede ofrecer mejores condiciones a sus tres elefantas, de acuerdo con los abogados defensores de estos paquidermos, que acusan al recinto de “maltrato animal”.
Como en el caso que en 2014 consideró a la orangutana Sandra, que vive en este mismo zoológico, “sujeto no humano”, esta vez una ONG fue autorizada por la justicia para representar a Mara, de 52 años, Kuki, de 34, y Pupi, de 32, las tres elefantas, según un dictamen de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (Ufema).
“Las tres elefantas están viviendo una situación muy compleja porque, primero, no se llevan bien entre ellas”, explicó el jueves a la AFP Andrés Gil Domínguez, abogado de esta ONG, la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales. Mara, Kuki y Pupi han permanecido por casi dos décadas en el zoológico y tienen que turnarse para salir de la jaula cerrada, una réplica de un templo hindú de Bombay. Toman aire en una suerte de rotonda de tierra de este antiguo zoológico, una bella construcción del siglo XIX.
Sin embargo, desde el exzoológico, indicaron que el estado actual de Mara, Kuki y Pupi “es normal” al tratarse de animales que están en cautiverio.
El actual ecoparque ocupa 18 hectáreas en una de las zonas más exclusivas de la capital argentina. Como zoológico fue cerrado por la alcaldía de Buenos Aires en junio para transformarlo en un parque con animales autóctonos y rescatados del tráfico ilegal. No obstante, no está siendo fácil la transición ni la misión de trasladar a santuarios a los más exóticos, como jirafas, búfalos, gorila o camellos.
Según el abogado, el lugar donde viven estas elefantas “cumple los estándares mínimos de un recinto para elefantas, y están sufriendo determinadas patologías por este encierro”.