El verdadero heredero del imperio Trump debió haber sido Fred Trump Jr., hermano mayor de Donald, 8 años más grande que él.
Era conocido como Freddy, pero prefirió ser piloto en vez de manejar los negocios de la familia. Se le recuerda como una persona alegre y atractiva, pero autodestructiva. Murió a los 43 años, en 1981, victima de su alcoholismo.
Donald siempre fue el favorito de su padre. Freddy pero su parte nunca pudo acomodarse al autoritarismo y perfeccionismo de su padre. Siempre fue el hijo rebelde.
A Donald se le vio entonces como el heredero, la persona más apropiada para desarrollar el legado de la familia y él ansiaba heredar los negocios de bienes raíces.
“Incluso desde temprana edad, según lo que me contaron sus compañeros de colegio, Freddy no tenía material para ser jefe”, comenta Gwenda Blair biógrafa de la familia Trump.
Se cuenta que la muerte de su hermano Freddy dejó una huella muy profunda en Donald, pues aunque Freddy se sentía amedrentado por Donald, a veces iban a pasear en bote.
Por su parte, Donald no toma alcohol y no fuma. Eventualmente se habría de convertir no solo en el continuador de la dinastía Trump sino en el presidente de Estados Unidos.