La piel se encarga de realizar una descamación natural cada 28 días, no obstante, con el pasar de los años, este proceso se vuelve más lento, por lo que puede presentar resequedad, así como impurezas (espinillas y puntos negros) que pueden dar un mal aspecto.
Para tener una piel más saludable, sólo necesitas cambiar algunos hábitos diarios y podrás notar los verdaderos cambios.
Agua: es necesario beber el líquido vital de la vida, particularmente en intervalos fuera de las comidas. Bebe el agua que requiera tu cuerpo, para que tu piel se mantenga bien hidratada.
Maquillaje: para muchas mujeres es un elemento esencial, pero se recomienda utilizar de manera moderada. En caso de utilizar demasiado, serán más evidentes las arrugas e imperfecciones.
Cambios de peso: subir o bajar de peso de manera drástica provoca el estiramiento y encogimiento de la piel, por lo que la elasticidad provoca la pérdida de la vitalidad de ésta.
Estrés: este problema provoca que las personas realicen gestos sin darse cuenta de ello, lo cual genera gran tensión entre los músculos faciales. Evítalo.
Dormir boca arriba: esta posición impide que la cama y las cobijas dejen marcas en el rostro.
Alimentación sana: debes consumir alimentos variados y de manera equilibrada, para que se realice la reconstrucción de piel.