Durante los últimos cinco días hemos visto un sin número de interpretaciones sobre el significado de la visita del Papa y los pormenores de cada acto y cada palabra pronunciada por el Sumo Pontífice, así como su relación con la clase gobernante del país; que si el Presidente Peña comulgó en la misa de la Basílica, que no le explicó el mural de Diego Rivera en Palacio Nacional, por qué no se llenó el Zócalo de la Ciudad de México, que no dejaban pasar a Miguel Mancera al acto en Palacio Nacional, en fin un sin número de comentarios e interpretaciones que en su mayoría quedan en los lugares comunes y en una narrativa como un partido de futbol, la cual comercializaron como si fuese el súper bowl.
En mi opinión, más allá de lo anterior y la exagerada comercialización la visita del obispo Jorge Bergolio en su calidad de Sumo Pontífice a México tiene mucho más lecturas e impacto de lo que hasta hoy vemos y quizá podemos comprender en el corto plazo.
El contexto internacional se encuentra en un momento de incertidumbre y desequilibrio entre las principales potencias mundiales, las cuales además se mantienen niveles de confrontación muy altos que amenazan con una nueva guerra mundial y México por su situación geopolítica y recursos naturales se ha convertido en un país de gran importancia internacional, y es justamente en esto que se inscribe la visita del Papa.
Realmente no podemos dejar el tema papal, solamente en el oportunismo político – empresarial e incluso de las dificultades del Episcopado Mexicano.
Sin dejar de ver oportunismo político de diferentes actores como el del expresidente Felipe Calderón que está en cualquier evento que puede del Papa, en la Basílica de Guadalupe donde se le vio comulgando y haciendo campaña para su esposa como candidata a la presidencia o en su natal Morelia, o como el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila, quien por todos los medios quiere sobresalir a través de la figura del Papa, para cubrir el estado lamentable en que se encuentra la entidad que gobierna y pretende dar una imagen de presidenciable y para ello invierte una cantidad grosera de dinero en spots publicitarios en radio y televisión, notas periodísticas y una campaña en redes sociales que lo muestren bondadosamente junto al Papa Francisco, o personajes como Manlio Fabio Beltrones, MALOVA, César Duarte entre otros gobernadores que en Palacio nacional empujaron a quienes se ponían de frente con tal de saludar al Papa, o la peor, en este acto, la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, quien además de aventar, llegó a besar el aniño papal, como en su ocasión lo hiciera Vicente Fox.
En ese mismo tenor se encuentran organizaciones como la CNTE, quienes aprovecharon la visita del Papa Francisco a Morelia, publican una carta que supuestamente recibió el Papa sobre las condiciones en que actualmente están trabajando como gremio magisterial, o también los representantes de los padres de los 43 desaparecidos de Iguala, quienes pretendían una audiencia privada con el Papa y que según ellos no tenían dinero para viajar a Ciudad Juárez cuando si lo tuvieron para ir a Europa, y hasta AMLO que retoma lo dicho por el Vicario de Cristo asumiendo, en su megalomanía, que el Papa retoma su lucha y se pronuncia contra “las mafias del poder”.
En realidad el Papa Francisco tiene una agenda internacional orientada, sobre todo a los temas que están cambiando al mundo, como los migratorios, energéticos, epidemiológicos y el tráfico de drogas que han puesto a la humanidad en riesgo y la figura del Estado Moderno que atienda esta movilidad de los centros de poder.
No podemos olvidar y dejar de lado que la Iglesia Católica y de los papas ha sido factor determinante en los equilibrios del poder internacional y solo por dar un ejemplo vale la pena recordar el Tratado de Tordesillas. Dado el indiscutible poder que los pontífices romanos ostentaban en el mundo cristiano, su arbitraje y decisión en asuntos territoriales debían ser plenamente aceptados. En aquella ocasión, correspondió al valenciano Rodrigo Borja, convertido en el papa Alejandro VI, intervenir en el reparto del Nuevo Mundo que reclamaban para sí Castilla y Portugal, las dos potencias que buscaban la colonización y el dominio de los nuevos territorios. En el Tratado sirvió para resolver la disputa de territorios entre Portugal y España, con este la línea divisoria de los territorios en disputa fue trasladada 370 leguas hacia el oeste con lo que Portugal incrementó su influencia que reclamaba.
Por ello, no es casual que el pontificado de Francisco se ha caracterizado por continuar con la movilidad internacional que instauró Juan Pablo II y que los países que ha visitado sean los que hoy muestran problemas migratorios y energéticos principalmente. El Papa Francisco en sus tres años de pontificado ha visitado países como la República de África Central, Uganda, Kenia, Jordania, Palestina, Sri Lanka, Filipinas, Corea del Sur, Turquía, Albania, Bosnia, Francia, Estados Unidos, Ecuador, Brasil, Paraguay, Bolivia y finalmente México.
Todos estos países tienen algo en común, o tienen problemas migratorios altamente preocupantes, o tienen un papel preponderante en el tema energético o en temas de epidemiológicos, o bien temas de tráfico de drogas, algunos concentran más de uno de estos problemas y sin lugar a dudas estos temas de la agenda internacional, tienden a generar nuevos equilibrios de poder.
El Papa, nos guste o no, está jugando un papel trascendental en la conformación del nuevo orden internacional.
Nuevamente podemos decir que no hay lugar para la casualidad, su intervención para lograr el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos dos países que en momentos de la Guerra Fría estuvieron a punto de protagonizar el inicio de una guerra nuclear, o la ayuda que brindó tema migratorio que se generó en los pasados años de África, Albania o Bosnia hacia Europa.
Quizá su más reciente intervención internacional que ya cobró frutos fue sin duda la resolución de Rusia de acordar con Arabia Saudita, Qatar y Venezuela congelar su producción de crudo a niveles de 2016 para hacer frente a la caída de los precios del crudo. Este acuerdo que parecía imposible se dio días después del encuentro que se dio con con el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill (Cirilo) que de acuerdo al diario británico The Guardian, los rusos han especulado que la entrevista con el papa Francisco fue una misión política ya que fue enviado a negociar por parte del presidente Ruso con quien mantiene una estrecha relación, a grado tal que ha exclamado que Putin es “un milagro de Dios.
En México el papa lanza mensaje fuertemente cargados de valor conforme a su agenda internacional establecida, tanto en torno a la migración de centro América y México hacia los Estados Unidos, por ello su visita a la frontera sur y a la norte, con claros mensajes para quienes promueven y explotan el tráfico de seres humanos en la región, sobre temas de narcotráfico y corrupción. Es así como hoy, el Papa influye en el nuevo equilibrio mundial. Los conflictos ahí están y el mensaje del Papa no se gasta finalmente en el oportunismo de personajes miopes que solo quieren aprovechar egoístamente esta visita, y dejan de lado temas de la mayor trascendencia y de los que México debe estar muy atento.