El ambiente de los tragahumo cambió de ser un entorno donde sólo había hombres para incorporar poco a poco a mujeres, quienes han aprovechado sus habilidades para realizar un trabajo en equipo, considera la también madre de familia, quien durante 19 años se centró en la atención de emergencias.
“Por ejemplo, eres más observadora, eres más cuidadosa al hacer las cosas, esas ventajas tenemos, cuidamos más los detalles, aunque se trate de una emergencia tiene detalles, somos más protectoras, eso te obliga a cuidar la integridad tuya y de tus compañeros”, comentó.
A los 19 años, en 1991, en la búsqueda de un empleo se incorporó como radioperadora en Bomberos de Huixquilucan. Luego de tres meses de participar de lleno en el servicio de emergencias.
“Lo que me capturó para ser bombero fue el servicio, la atención a la ciudadanía, el darte cuenta que hay necesidades, y te va jalando la adrenalina y el deber”, comentó.
Teresita asegura que para ella todas las emergencias atendidas fueron importantes, y aunque la impresión no es la misma como las de las primeras veces, los relacionados con niños y decesos siempre son los sucesos más impactantes.
Ahora, tras pasar por las corporaciones de Huixquilucan y Atizapán, y recibir adiestramiento en el extranjero, ella comparte sus conocimientos a nuevas generaciones de vulcanas como capacitadora en el cuerpo de Bomberos y Protección Civil de Naucalpan, además de que es parte de los instructores del Estado de México que integran la Asociación Mexicana de Jefes de Bomberos.
En esta nueva etapa, comenta, se especializa en el combate de incendios, y su área preferida es la física y química del fuego.