La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra del 1 al 7 de agosto la Semana de la Lactancia con un nuevo llamamiento a que las nuevas madres den el pecho a sus bebés, incluso aquéllas con casos sospechosos o confirmados de COVID-19.
El jefe de la unidad de Alimentación y Nutrición de la OMS, Laurence Grummer-Strawn, recordó hoy que la lactancia materna puede salvar las vidas de 820.000 niños cada año y ahorrar unos 300.000 millones de dólares anuales.
El experto subrayó que recordar los beneficios de esta práctica es especialmente importante en un año como el actual, en el que la pandemia ha interrumpido muchos servicios sanitarios de apoyo a las madres, o éstas tienden a visitar menos a su médico por temor a contagiarse de COVID-19.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, añadió en su mensaje anual en la Semana de la Lactancia que este método de alimentación “tiene grandes beneficios para los bebés y sus familias” y las mujeres que contrajeron el coronavirus “deben ser animadas, como el resto, a dar el pecho a sus hijos”.
Las ventajas de la lactancia “superan sustancialmente los potenciales riesgos de una infección por COVID-19”, insistió el experto etíope.