Un adolescente de 15 años, llamado Selamet Riyadi, decidió contraer matrimonio tras enamorar apasionadamente de una anciana de 73 años, llamada Rohaya Kiagus Muhammad Jakfar, a tan solo unos meses de mantener una relación, en la aldea Karang Endah, en Indonesia.
La mujer lo cuidó afectuosamente y ayudó para vencer la malaria. Aunque le prohibían mantener la relación, el joven amenazó con suicidarse si no se unía con la anciana.
“Dado que el chico es menor, decidimos que la boda fuera privada y celebrada por un religioso”, explicó el jefe de la aldea, quien aseguró que de esta forma se evitó que se “cometa el pecado de las relaciones sexuales fuera del matrimonio”.