Alejandro es un niño de 12 años que está sumido en una grave depresión por el bullying que sufre desde hace cuatro años.
De acuerdo con El Mundo, el menor era agredido constantemente en el Instituto Navarro de Olula del Río, Almería, su madre cuenta que ya no va a clases, se la pasa encerrado en su habitación, sufre insomnio, pesadillas, casi no come y está medicado con ansiolíticos y antidepresivos.
Los psiquiatras advierten de que el infante está en riesgo autolítico y estiman que no puede ir a la escuela por la situación de acoso. Además, recalcaron que el menor experimenta sentimientos de indefensión, ansiedad, fragilidad y vulnerabilidad.
Alejandro no es el único que padece está situación y su madre exige la expulsión de los agresores, pues hay niños de la misma institución a los que incluso atacaron sexualmente.