Fue el único candidato en campaña que promovió una agenda para la igualdad entre mujeres y hombres, el primer presidente en tener un gabinete paritario y presentar recientemente un plan de emergencia para atender el feminicidio en México. Sin embargo, a 100 días de su administración se advierte una amenaza que puede derivar en el retroceso de los derechos ganados por el movimiento amplio de mujeres y feministas.
Desde diciembre pasado, cuando su administración elaboró y presentó el Presupuesto de Egresos de la Federación para este año que contemplaba la eliminación del Programa de Apoyo a las Instancias de la Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) y el Programa de Coinversión Social, entre otros recortes a rubros del Anexo 13 destinado a la política de igualdad entre mujeres y hombres, dejó en claro que no mira a las mujeres, las cuales constituyen 52 por ciento de la población.
Convencidas de que la tan anunciada cuarta transformación no sucederá sin las mujeres, a contracorriente, las defensoras y organizaciones civiles han salido a defender lo que ha costado años lograr. A este primer intento de desaparición de programas, salieron victoriosas y se logró mantener la bolsa del Anexo 13 que es de 64 mil 656 millones 150 mil 813 pesos para 2019.
Otra gran alerta fue la Guardia Nacional, conformada por militares, navales y policías federales propuesta por Obrador para atender la violencia y el narcotráfico en México. Las organizaciones nuevamente reaccionaron para recordar los crímenes de tortura sexual cometidos por militares contra mujeres y las sentencias que ha dictado la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) contra el Estado mexicano por estos casos.
Pese a todos los pronósticos de que un congreso con mayoría morenista que apoya a Obrador aprobaría la iniciativa, la presión civil logró que se diera marcha atrás y garantizar que la Guardia Nacional sea civil y no militar.
En medio de “supuestos errores” la administración obradorista ha tenido que salir en más de una ocasión a rectificar sus anuncios en materia de igualdad. En medio de la discusión por la desaparición de las estancias infantiles y del condicionamiento a la entrega de recursos para los refugios de mujeres víctimas de violencia, estos “errores” le van costando críticas entre algunas feministas.
Con su discurso de “cero tolerancia a la corrupción”, el mandatario, a rajatabla, ordenó que ninguna organización civil recibirá recursos pues “se ha detectado” que los recursos no llegan a donde deben, dijo.
El presidente anunció que daría los recursos directamente a las mujeres que viven violencia. Luego, rectificó y anunció que los refugios no desaparecerían sino estarían bajo la “rectoría” del Estado. Incluso dijo que se buscaría la construcción de otros pues según información que han recolectado sólo 20 de los 70 refugios que se presume hay en el país, están calificados.
Todavía quedan dudas respecto a la política que se seguirá en estos espacios que son vitales para salvar la vida de mujeres y sus hijas e hijos y si las organizaciones civiles que operan la mayoría de ellos podrán recibir parte de los 346 millones 482 mil 708 pesos que están etiquetados. Por lo pronto, la convocatoria para este recurso se mantuvo abierta hasta su fecha de cierre el pasado 6 de marzo.
A ello se suma el retraso en el nombramiento de titulares de dependencias rectoras de la política de género y de violencia, como el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la violencia contra las mujeres (Conavim).
En un estado de emergencia por la violencia feminicida en el que se encuentra el país, con más de la mitad en Alerta de Violencia de Género, y el asesinato diario de 9 mujeres y las más de 9 mil desaparecidas hasta 2018, según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, resulta ofensivo para las organizaciones civiles que se les quiten los recursos para hacer el trabajo que si bien le corresponde al Estado, nunca asumió.
En este contexto, desconfías de la Cuarta Transformación, el Frente Feminista Nacional a propósito del 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres, hizo un energético llamado a López Obrador para que tenga presente una política de género más allá de la esfera de la violencia. Le recordaron que las feministas no son “intermediarias” como llama a las organizaciones, sino son quienes han permitido el avance en leyes, instituciones y mejorado las condiciones de las mexicanas.