Existe una severa preocupación entre los campesinos mexiquenses, debido a las altas temperaturas registradas en los últimos días, que ponen en riesgo las parcelas cultivadas e inhiben la siembra en las tierras que ya se encuentran preparadas, advirtió el dirigente de la Federación de Propietarios Rurales en el Estado de México, Ezequiel Carrillo Téllez, quien sentenció que los agricultores “claman porque ya empiece a llover”.
“Si se siembra ahorita, con este calor, imagínese qué es lo que va a pasarle a la tierra…, pues se va a apretar y dificultará el trabajo”.
En entrevista, el dirigente campesino recordó que existen diferentes momentos para realizar las faenas, las cuales están determinadas básicamente por el agua, ya que hay cultivos de temporal y de riego.
“Entre el 60 y 70% de los campesinos mexiquenses que cultivan maíz, son de temporal y para autoconsumo; es por ello que algunos empezaron a sembrar a finales de marzo, pero lo mayoría lo hará en el mes de abril”, dijo.
El problema ahora es que las altas temperaturas están acabando con la humedad que se había generado por las lluvias, frío y granizo del primer trimestre del año.
Carrillo Téllez alertó que en estos momentos los agricultores pasan por una situación muy difícil, ya que es imperativo que en este mes se registren precipitaciones.
“No hay de otra, las lluvias tienen que llegar en abril, porque si no es así… la situación se va a poner difícil”.
El líder de los pequeños propietarios, explicó, asimismo, que existe semilla de ciclo corto que se puede sembrar en mayo y se recoge en octubre.
“Pero la de temporal -que utilizan la mayor parte de los productores mexiquenses-, se siembra en abril y se levanta en noviembre”.
Con relación a las precipitaciones y las altas temperaturas, sostuvo que “va junto con pegado, el calor ocasiona que se seque y apriete la tierra y que no crezca la planta, o no se pueda sembrar”.
Otro grave problema, dijo, es que a pesar de que las presas se encuentran en buenos niveles de agua, el calor ocasionará una mayor demanda del líquido, por lo que es necesario, desde este momento, realizar un uso racional.