A casi cinco meses de haber sido asesinada en el interior de su domicilio, con cinco impactos de bala en la cabeza,  a la fecha no se sabe nada de quién la ejecutó, pese a que en las inmediaciones del inmueble hay cámaras de seguridad públicas y privadas.

Versiones de vecinos de la zona, por lo que familiares de la occisa, denuncian que pese a que hay varios elementos para esclarecer el ilícito, las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), no han hecho nada para avanzar en este asunto.

El esposo de esta mujer -de nombre María Eugenia de la O Álvarez, de 38 años de edad-  Raúl Villegas González, de 66 años de edad, se ha convertido en investigador y ha hecho el trabajo del Ministerio Público, con el objetivo de que se haga justicia y sea castigado.

 

En entrevista para Letra Roja, Villegas González narró el calvario que ha tenido que vivir ante el “poco interés”, por parte de la PGJDF para resolver el crimen, por lo que lo hace sospechar que él o los asesinos de su esposa podrían estar ligados a alguna dependencia local del Gobierno de la Ciudad de México.

El calvario

Este hombre relató que después del asesinato de su esposa, inició una bitácora de los hechos, a través de versiones de testigos de las inmediaciones de su casa, en donde especifica que el pasado 29 de octubre de 2015, personas escucharon varias detonaciones de arma de fuego en el interior de su domicilio, por lo que llamaron a la hija de la hoy occisa, quien al ingresar al inmueble se percató de que su mamá había sido asesinada.

Estos hechos quedaron asentados en la averiguación previa FAO/AO-2/T2/01233/1510, donde se establece que la mujer recibió cinco impactos de arma de fuego en la cabeza, en el área de la sala del domicilio ubicado en la calle 4, manzana 10, lote 21 y 22, colonia Lomas Puerta Grande de la delegación Álvaro Obregón.

Pese al compromiso por parte de las autoridades de la PGJDF de encontrar de manera inmediata a él o los asesinos, a la fecha no hay un solo avance en la investigación que se hace sobre este caso, por lo que Raúl Villegas obtuvo la versión de vecinos que fueron testigos oculares y señalaron que el asesino de la mujer llegó en una camioneta Suburban, color azul marino, quien ingresó al domicilio sin forzar la puerta y al filo de las 15:59 horas escucharon las detonaciones de arma de fuego, por lo que de manera inmediata el presunto asesino, quien portaba gorra blanca, de 1.75 centímetros de estatura, de entre 35 y 40 años de edad, tez morena, salió del inmueble y volvió a subir a la camioneta donde lo esperaban varios sujetos.

Villegas González indicó a la PGJDF que vecinos contaban con cámara de seguridad para identificar a través de las imágenes a él asesino y sus cómplices, al igual que el paradero de la camioneta en la que escaparon, sin embargo las autoridades locales se han negado a pedir estas pruebas dentro de la investigación que se sigue, por lo que en su labor de investigador propio logró obtener una foto de una de estas cámaras que identifican este vehículo.

Además de las cámaras de mis vecinos hay dos cámaras de vigilancia de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), por lo que pese a que ya se inició el oficio con número SSP/DGAJ/DEALAMOS/SM/VDS-8/551-A/2015, para obtener los videos del día que se perpetró el asesinato, se han negado a proporcionar esta información, aclaró.

Amenaza por WhatsApp

El presunto asesino mandó de este número (5568 9636 08) un mensaje vía WhatsApp,  al teléfono de una de las hijas de la víctima, a quien también amenazó de muerte “pese a que te escondas con tu tío, se donde estás y pronto acompañarás a tu madre, quien se ha de estar retorciendo en el infierno”, dice el texto.

Ante esta nueva amenaza de muerte, Villegas González acudió ante la dependencia local para que fuera rastreado o identificado el número celular donde se envió el mensaje, a fin de dar con el paradero del asesino, sin obtener ninguna respuesta a esta petición.

“Ante esta nueva amenaza contra mi familia, el nulo avance de las investigaciones, solicité una reunión con el procurador de la PGJDF, Rodolfo Ríos Garza, con el propósito de que este informado sobre este asunto el cual no ha tenido justicia. Además de que el servidor público explique sobre la opacidad de sus colaboradores, ya que pese a que existen varias pistas para dar con el paradero del asesino se han negado a ser recabadas dentro de la averiguación previa”, expresó.